El hombre enfrenta diversos cargos, entre ellos enviar paquetes explosivos con la intención de matar o herir
Un repartidor de pizza que vivía en una furgoneta con estampas en apoyo a Donald Trump, ha reconocido haber sido el culpable del envío de paquetes explosivos a personas en contra del mandatario estadounidense.
Cesar Sayoc se declaró culpable este jueves en la corte federal de Manhattan por haber enviado el pasado 16 de octubre, explosivos a 13 demócratas y empresarios que no apoyan la ideología del presidente Trump.
Los paquetes fueron dirigidos por el votante republicano a figuras como Barack Obama o Bill Clinton; estas actitudes inquietaron a la sociedad en vísperas de las elecciones legislativas.
El hombre de 57 años ya cargaba con un pasado criminal: fraudes, robos, tráfico de esteroides y una amenaza de bomba a la compañía de la luz para la que trabajaba.
Hasta el pasado enero se dedicaba a repartir pizzas en la camioneta rodante donde vivía, tapizada con imágenes de Trump, fotos del Ku Klux Klan y símbolos en contra de la comunidad LGBT.
El hombre fue arrestado sin derecho a fianza después de una persecución de cuatro días. Una huella digital en uno de los paquetes jugó un papel clave para identificarlo, y aunque en un comienzo dijo que no era culpable de las acusaciones en su contra.
Ninguna de las bombas explotó, pero como aclaró el director del FBI, Christopher Wray, “no eran explosivos falsos los destinados a personalidades como el actor Robert De Niro, el multimillonario activista George Soros, y los senadores (actuales precandidatos presidenciales demócratas) Cory Booker de Nueva Jersey y Kamala Harris de California”. Los funcionarios federales calificaron el caso de los paquetes bomba como un “ataque terrorista doméstico”.
Todos los envíos fueron interceptados antes de alcanzar sus objetivos y nadie resultó herido. Los artefactos caseros estaban en sobres convencionales idénticos.
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