El vino elaborado con estas uvas alteradas aún parece tener un buen sabor, no obstante seguirán intentado hasta determinar en qué momento cambia
En un viñedo ubicado junto al río Rin en Alemania occidental, los científicos están simulando el futuro para tratar de probar el cambio climático y proteger las uvas.
Los investigadores de la Universidad Hochschule Geisenheim, una escuela de ciencias aplicadas centrada en la producción de cultivos, han construido seis anillos de ventiladores, de 12 metros de diámetro, que inyectan dióxido de carbono en hileras de uvas riesling y cabernet sauvignon.
El vino elaborado con estas uvas alteradas aún parece tener un buen sabor, pero los investigadores siguen preocupados por el futuro de sus cultivos.
“La gente suele pensar que el cambio climático será mirar por las terrazas y tumbarse al sol, con palmeras que se agitan suavemente en Alemania o algo así”, dice la doctora Claudia Kammann, investigadora del clima en la universidad, “pero no es lo que pasará”.
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