Los niños con discapacidad están entre los más propensos a quedarse atrás y los menos propensos a ser escuchados
Los defensores de los Derechos Humanos piden que se ponga fin a la discriminación que niega a los niños con discapacidad el mismo derecho a una educación igualitaria y otras oportunidades disponibles para otros niños en la sociedad.
El Consejo de Derechos Humanos de la ONU está celebrando una sesión especial en Ginebra sobre el empoderamiento de los niños con discapacidades.
En este marco, las Naciones Unidas ha hecho que la sala del Consejo sea accesible para sillas de ruedas, ha contratado a un intérprete para personas con discapacidad auditiva y ha grabado algunas declaraciones orales en Braille.
Con estas adaptaciones para los niños, la ONU está enviando un mensaje de que practica lo que predica. Es decir, que los menores podrán llevar una vida plena y satisfactoria a la par con otros pequeños si se hacen ciertas adaptaciones a sus necesidades.
Sin embargo, las Naciones Unidas no puede cerrar los ojos ante la situación que viven alrededor de 93 millones de niños con discapacidades en todo el mundo, quienes tienen sus derechos violados desde el momento en que nacen, pues muchos son arrancados de sus familias y colocados en instituciones donde corren el riesgo de violencia, abuso y negligencia.
La Alta Comisionada de los Derechos Humanos de La ONU, Michelle Bachelet, quien es doctora con especialidad en pediatría, mencionó que en su práctica aprendió rápidamente que las voces de los niños con discapacidad a menudo no se escuchan.
Los expertos que debaten el tema acuerdan que los niños con discapacidades deben recibir una educación en igualdad de condiciones con todos los niños. “Sería un paso crucial hacia su empoderamiento y la realización de otros derechos de suma importancia”, expusieron.
Bachelet mencionó que los niños con discapacidad están entre los más propensos a quedarse atrás y los menos propensos a ser escuchados.
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