La forma en que te sientes siempre lo transmites al exterior y se refleja en tu salud física y mental
Es importante saber identificar lo que nuestro cuerpo y mente requieren en ese justo momento, en muchas ocasiones por la vida tan ajetreada y rápida que se tiene se ignoran estos datos que pueden ser focos rojos de que algo no marcha correctamente.
Puedes sentirte cansado, agobiado o sin motivación y no encuentras una respuesta, o tal vez simplemente estás cansado de tu rutina, es por ello que te recomendamos 10 hábitos que comenzarán a dar un giro a tu vida. La energía y entusiasmo por tus actividades regresará en poco tiempo si realizas con determinación estas acciones.
Dean Yeong, de la Universidad Taylor Lakeside, en Malasya, escritor y blogger, recomienda como primer paso reconocerte, esto se trata de cuatro pasos que deberás realizar por la mañana para comenzar enfocado con mejor energía. Refuerza en voz alta tu identidad, da las gracias mentalmente a quien lo merezca por su influencia en tu vida, enfoca los objetivos vitales a corto plazo y visualiza cómo quieres que sea tu día.
Hasta ahora son pasos sencillos, que no te quitan más de cinco minutos, recuerda que cada situación la debes hacer completamente entregado y consciente de lo que repites.
El segundo paso es leer, sí, lo que más te llame la atención, quizá lo más sencillo para ti, lo que desees será lo correcto. Leer proporciona conocimiento y sirve para formarse más allá de las influencias directas (amigos, familia). Está comprobado que agiliza la mente, relaja y minimiza el deterioro cognitivo asociado con el envejecimiento.
El tercer paso de alguna manera va ligado con el segundo y se trata de escribir, esto funciona como una clase de desahogo, de confesión sobre lo que deseas o ya no quieres en tu vida, o bien, puedes crear un historia. Echa a andar tu imaginación, articular palabras en una frase ayudan a tu cerebro.
“Cuando escribes, no sólo expresas lo que sabes, también recitas y revisas el conocimiento, al final del día, reaprendes de nuevo lo que ya sabes”, dice Yeong.
El cuarto paso es uno de los más complicados pero también uno de los más importantes: aprende a realizar una autocrítica.
“Lo que quiero decir con esto es cuestionar ideas, juzgar mi propio trabajo y reflexionar sobre el tiempo que ha pasado. No creo que el crecimiento suceda de forma natural, más bien hacen falta 10 minutos de autocrítica para impulsarlo” señala Yeong.
No te imaginas la importancia que tiene la buena respiración en nuestra vida. Respirar profundo en diversas ocasiones al día hace que tomes las cosas con más calma, te relaja y ayuda a pensar mejor cada situación. Inicialmente se trata de realizar 20 respiraciones profundas cada mañana. Al despertar 20 y otras 20 cada noche antes de ir a dormir.
El propósito aquí es concentrarse en la respiración sin pensar en nada, estar presente, dominar la mente y acercarse al elemento más importante de la vida.
El siguiente paso tal vez para algunos no será el más agradable y es que se trata de tomar una ducha fría. “Comencé a tomar duchas frías después de leer muchos estudios sobre los beneficios que provoca. La exposición al frío resulta ser muy útil para acelerar la recuperación física, mejorar el rendimiento cognitivo y fortalecerte mentalmente” declaró Yeong.
Otro de los pasos más efectivos es tomar nota de todo, de esta manera puedes mantener un registro de tu trabajo, actividades, citas importantes o frases motivadoras.
” Estoy cambiando regularmente mi rutina diaria para ver cómo afectan mi productividad y rendimiento. Medir mi progreso me ayuda a mantenerme en el camino y retrasar la gratificación instantánea, menciona Yeong, así que no caigo en trampas de la inmediatez”.
El siguiente paso consiste en centrarte en alguien, sí, ayuda a quien puedas, en este acto aunque no lo creas también encontrarás beneficios para ti.
Todo el mundo debería hacer esto, declaró el escritor. Hay estudios científicos que avalan la idea de que la solidaridad y la compasión reducen el estrés y la depresión, por las sensaciones positivas que genera en las personas.
Lo siguiente por hacer y que definitivamente no se podía quedar fuera es estar en movimiento, ejercitarte aunque sea 10 minutos consciente servirán, aunque es mejor que inviertas un poco más en estas actividades.
Todo vale: levantar pesas, andar en bicicleta, bailar…aconseja el experto.
Y por último, anota tus metas, cada objetivo debe estar visible para que lo recuerdes y trabajes en ello. Puedes hacer listas de lo que deseas o debes hacer. “Cuando he completado una cosa en la lista, la tacho; cuando he terminado todo lo de ese día, me siento libre” concluye Yeong en su serie de consejos de bienestar.
Así que ya lo sabes, como ves esto es más sencillo de lo que parece, se trata de pequeñas acciones para grandes cambios que seguro te harán más placenteros tus días, un poco de orden y consciencia no le caen mal a nadie.
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