“Quiero que me saquen esto que me puso adentro el viejo”, había dicho la niña según el expediente judicial, que pidió el aborto ocho veces
Un nuevo y terrible caso de una menor de 11 años que resultó embarazada producto de una violación, ha despertado el debate de la opinión pública en Argentina, luego de que se le negara la realización de un aborto y se le obligara a tener al bebé a través de una cesárea.
El caso se reveló el pasado 31 de enero en el centro de atención primaria de la salud de una localidad en Tucumán, cuando la menor acudió al médico por un dolor de estómago, momento en que se descubrió que cursaba un embarazo de 16 semanas.
Ante la constatación de su estado de gravidez, la paciente admitió que había sido abusada por la pareja de su abuela, que por estos hechos enfrenta una causa penal en la Fiscalía, y pidió junto con su familia la Interrupción Legal del Embarazo (ILE).
“Quiero que me saquen esto que me puso adentro el viejo”, había dicho la niña, según el expediente judicial, en el que se asienta que el sujeto también había abusado de sus dos hermanas mayores.
El 25 de febrero, la niña y su progenitora expresaron la intención de interrumpir el embarazo, pero el Sistema Provincial de Salud de la Provincia de Tucumán (SiProSa), dependiente del Ministerio de Salud Provincial, emitió un comunicado donde enfatizaron que buscarían “salvar las dos vidas”, pese a que la ley permite el aborto en caso de violación hasta la semana 24.
Mientras tanto, el arzobispo de Tucumán, Carlos Sánchez, difundió el nombre de la niña, vulnerando la intimidad de la víctima, y llamó a los suyos a “custodiar” la vida del recién nacido.
De acuerdo con los familiares y organizaciones civiles que han seguido el caso, el dependiente del secretario de Salud Gustavo Vigliocco, fue el que “obstaculizó” la interrupción del embarazo, y obligó a la menor a ser sometida a una cesárea en el Hospital Eva Perón con 23 semanas de gestación.
Como el embarazo ya estaba muy avanzado, la niña sufrió preclampsia, y de acuerdo con la doctora Cecilia Ousset, quien fue la única que aceptó intervenir en el proceso del nacimiento del bebé, el proceso de nacimiento fue “agónico” para la menor.
A través de su cuenta de Twitter, la doctora narró cómo se vivió ese traumático momento para la pequeña, la cual nunca tuvo asistencia psicológica luego del abuso ni en su embarazo, y pidió el aborto en ocho ocasiones, sin éxito.
Pidió ir al baño, pero lo hizo con su mamá. Nunca permitió que le saquen la ropa interior, tuvieron que dormirla para eso. Es una característica de los niños abusados, resistirse ferreamente a que le saquen la ropa interior. En este punto del relato, la doctora se quebró
— ๓คгเคภค г๏๓єг๏ (@MarianaR31) 27 de febrero de 2019
Asimismo, señaló que “contrario a lo que dijo el titular del Sistema Provincial de Salud, la niña no llega a los 50 kilos”, y que lo único que le explicaron fue “que le iban a ‘solucionar’ el tema que la atormentaba”.
Contrario a lo que dijo el titular del Sistema Provincial de Salud, la niña no llega a los 50 kilos.Cuando la doctora entró a la habitación, la nena no se soltaba de la mano de la madre y jugaba con unos muñecos. Sólo entendió que le iban a “solucionar” el tema que la atormentaba
— ๓คгเคภค г๏๓єг๏ (@MarianaR31) 27 de febrero de 2019
Además, expuso que al momento de realizar cesárea, en el quirófano todos los doctores -incluyendo el anestesiólogo- se declararon objetores de conciencia, es decir, que debido a sus propios valores morales no podían realizar una operación de esta índole a un sujeto de esta edad.
Por ello, sólo la doctora Ousset y su marido pudieron que intervenirla, observando la presencia del personal del Ministerio Público Fiscal quienes acudieron a tomarle los datos a ellos y a la familia de la menor, sin tener consideración por su estado psicológico, emocional o físico.
La nena no tuvo jamás asistencia psicológica hasta hace dos días -explica la doctora Ousset-, cuando los abogados de Andhes y Cladem lograron llegar a ella. La niña ya había pedido en OCHO oportunidades la interrupción del embarazo, informa la abogada @FlorVallino de @ANDHES_org
— ๓คгเคภค г๏๓єг๏ (@MarianaR31) 27 de febrero de 2019
Este no es el primer caso en el que a una menor se le obliga a continuar con un embarazo de alto riesgo producto de una violación. A finales de enero falleció una bebé prematura en la provincia de Jujuy, cuya madre de 12 años fue sometida a una cesárea pese a que había pedido la interrupción legal de su embarazo, de 23 semanas y media.
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