Donald Trump y Kim Jong-Un tendrán una comitiva que se encargará de que puedan tomar decisiones o al menos llegar a un acuerdo que deje más tranquilo a toda la humanidad
El día de mañana se llevará a cabo la segunda reunión entre el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump y Kim Jong-Un, el líder de Corea del Norte. Un encuentro que buscará las desnuclearización de los norcoreanos, un tema que se ve complicado llegue a buen término dicho incluso por personal de la Casa Blanca.
Durante los 2 días que dure la reunión, Hanoi será la sede encargada de ofrecer las mejores condiciones para que estos 2 personajes puedan llevar a cabo la reunión con toda tranquilidad. Algo que ha puesto nerviosos a más de uno, pues a diferencia del último encuentro en Singapur, que fue planeado con 2 meses de antelación, a decir de las autoridades vietnamitas, la preparación sólo les tomó 10 días.
Por lo pronto, el despliegue de seguridad está más que presente. Donald Trump llegará a bordo del Air Force One. Este emblemático artefacto capaz de abastecer combustible en pleno vuelo a pesar de sus más de 12 mil kilómetros de autonomía. En los 400 metros de superficie repartidos en 3 plantas, cuenta con un quirófano, dos cocinas abiertas las 24 horas con 5 chefs capaces de alimentar a más de 100 personas.
Un gran comedor, sala de conferencias, habitaciones para el presidente e invitados, gimnasio, baño, regaderas, un centenar de teléfonos, internet, 2 aviones escolta, control de misiles antiaéreos, bengalas, equipo para interferir radares y todo lo necesario para dirigir a la nación, o iniciar una guerra nuclear estando en vuelo.
Por el lado norcoreano, a diferencia de su visitan a Singapur donde llegó por aire. En esta ocasión Kim Jong-Un decidió viajar en un tren blindado que atravesó Corea del Norte y China por el río Yalu, hasta la estación vietnamita de Dong Dang. A su paso se colocaron barreras de metal que impedían el acceso a 100 metros de distancia de las vías, sobre todo durante su paso por la frontera.
Los hoteles cercanos a las zonas urbanas por donde pasó el tren fueron evacuados con el pretexto de que tendrían que ser remodelados. Todo para tener control total de la situación durante las más de 60 horas de viaje a lo largo de los 4 mil kilómetros de recorrido.
Una travesía que debe garantizar el bienestar del líder norcoreano quien además ha trascendido, viaja con un inodoro portátil, para evitar que sus enemigos a través de buzos de aguas residuales, puedan recopilar información de su salud y utilizarlo en su contra.
En Hanoi, Donald Trump y Kim Jong-Un usarán sus acostumbradas limusinas con blindaje de más de 4 toneladas, decenas de guardaespaldas y una comitiva que se encargará de que ambos líderes puedan tomar decisiones o al menos llegar a un acuerdo que deje más tranquilo a toda la humanidad.
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