Hasta el final, Bruno trabajó en sus proyectos con placer e intensidad
La Berlinale expresó este sábado su profunda conmoción por la muerte del actor suizo Bruno Ganz, una presencia constante en ese festival, que en 2015 exhibió una versión restaurada de “El cielo sobre Berlín”, la mítica película de Wim Wenders en la que interpretó al ángel narrador que reflexiona sobre los humanos.
“Hoy tenemos un hermoso cielo azul. Tengo la sensación de que nada le cerrará el paso, en su camino hacia el cielo berlinés”, dijo el director del festival, Dieter Kosslick, en un acto previo a la gala en que entregarán este sábado los Osos de la Berlinale.
Ganz, muerto a los 77 años en su Zúrich natal, fue “un amigo personal”, afirmó Kosslick, quien compartió con el actor incluso una intervención como extra en un filme.
Fue sobre todo “un simpático amigo del festival”, prosiguió el director de la Berlinale, quien este año se despide del puesto tras 18 años al frente de su gestión.
Kosslick recordó que Ganz acudió a la Berlinale al menos en 12 ocasiones representando alguna película, del total de 20 en que visitó el certamen para participar en diversos actos.
“El cielo sobre Berlín”, que dio a Wim Wender el premio al mejor director en el Festival de Cannes, en 1987, es un título mítico en la memoria colectiva de la capital alemana.
La noticia de su muerte se produjo en un soleado sábado en Berlín, donde esta noche el jurado presidido por la actriz francesa Juliette Binoche, con el director chileno Sebastián Lelio entre sus miembros, entregarán los Osos de la 69 edición del festival.
“La muerte de Bruno Ganz es una gran pérdida para todo el mundo del cine y del teatro en lengua alemana”, apuntó, desde el ámbito político, el alcalde-gobernador de Berlín, el socialdemócrata Michael Müller. EFE
El actor suizo Bruno Ganz, fallecido de cáncer a los 77 años en su Zúrich natal, fue uno de los grandes intérpretes del cine europeo en el último medio siglo, encarnando papeles inmortales como el de ángel Damiel en “Wings of Desire” o el iracundo Adolf Hitler de “Downfall”.
Considerado para muchos el mejor actor en lengua alemana de las décadas recientes, Ganz trabajó para todos los grandes del cine en ese idioma, desde Wim Wenders a Werner Herzog, pero también estuvo a las órdenes del francés Eric Rohmer, el danés Lars Von Trier o los estadounidenses Francis Ford Coppola y Ridley Scott.
Su debut en el cine llegó en 1960, cuando con 19 años participó en la película suiza “The Man in the Black Derby”, donde ya empezó a llamar la atención por la intensidad con la que asumía sus papeles.
Para muchos, especialmente las generaciones más jóvenes, el papel más conocido de Ganz fue el de Adolf Hitler en “Downfall”, controvertida película alemana de 2004 en la que se muestran las últimas semanas del “führer” antes de su suicido.
Ganz encarnó un Hitler con unas cualidades humanas poco estudiadas en el cine hasta entonces, cabalgando entre la desesperación por la inminente derrota, la fragilidad o la furia por pensar que todo su entorno le había fallado y debía morir con él.
Ganz, conocido por poner tal pasión en sus papeles que incluso se llegó a hacer daño al interpretar algunos, contaba de aquella experiencia que se vio obligado a usar una gran fuerza de voluntad para encarnar al líder nazi y “construir una pared en su cabeza” para separar al personaje de sí mismo.
“No quería pasar las tardes en el hotel con el señor Hitler a mi lado”, declaraba Ganz en el pasaje de una entrevista que hoy recordó la agencia suiza ATS.
La muerte del actor, uno de los artistas más conocidos de Suiza, ha producido un gran impacto en el país centroeuropeo. “No hacía un personaje: se encarnaba en él”, señaló el consejero federal y expresidente suizo Alain Berset.
Con información de Excélsior
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