El Cetram de Constitución de 1917 en Iztapalapa da servicio a alrededor de 200 mil usuarios al día, con 914 unidades de transporte
Con el propósito de ofrecer a los usuarios áreas limpias y mejorar la imagen urbana la alcaldía Iztapalapa continúa sus trabajos de mega jornadas de limpieza, por lo que una brigada de 200 personas que forman parte de las áreas de obras, servicios urbanos, jardinería y recursos materiales realizaron trabajos de poda de matorrales, retiro de basura, cascajo y señalamientos para la vialidad interna de las unidades del Cetram de Constitución de 1917, Línea 8.
En dicho paradero se limpiaron 600 metros cuadrados, cuyo perímetro reflejó 30 metros cúbicos de basura, cascajo y material orgánico de poda de matorrales y ramas, además de aplicarse 140 litros de pintura blanca de aceite para los señalamientos de circulación interna del transporte, liberándose aproximadamente una hectárea del espacio público.
El Cetram de Constitución de 1917, cuyo paradero da servicio a alrededor de 200 mil usuarios al día, con 914 unidades de transporte que actualmente mueven a una población importante de esta demarcación, fue atendido por la alcaldía de Iztapalapa ante solicitudes de vecinos y usuarios para rescatar las áreas donde se desplazan los usuarios y población local.
En su oportunidad, la alcaldesa de Iztapalapa, Clara Brugada Molina reconoció la acción del gobierno de la Ciudad de México para cancelar la concesión del Cetram de Constitución de 1917 y anunciar la construcción de una preparatoria, a fin de beneficiar a miles de estudiantes de Iztapalapa que cada año son rechazados del nivel medio superior, además se terminará de construir el museo del niño que será gratuito para la población porque dijo, “se necesitan espacios públicos para la educación, cultura, arte y de recreación para la población del oriente de la ciudad”.
Por lo anterior, la Alcaldía deja en claro que se acabó con el negocio de empresas privadas a quienes administraciones pasadas les habían concesionado o entregado de manera arbitraria este espacio público hasta por ochenta años, aunque los recursos económicos invertidos fueran en su mayoría públicos, haciendo un mal negocio para la ciudad y privatizando el lugar para una plaza comercial, hotel y estacionamiento privado.
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