Las familias huyen de los horrores de la guerra, lamentablemente en el camino al campo de refugiados, se encuentran otro horror: la muerte de sus hijos.
Un total de 29 niños y recién nacidos han fallecido en las últimas ocho semanas en la provincia siria de Al Hasaka, la mayoría de ellos por hipotermia, en su huida de los combates en la vecina región de Deir al Zur, aseguró este jueves la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La entidad expresó su extrema preocupación por las condiciones en que se encuentran las personas que llegan a Al-Hol, donde esta instalado el principal campo para los desplazados por los combates contra el grupo radical Estado Islámico.
“La situación en el campamento de Al Hol es desgarradora. Los niños se están muriendo de hipotermia cuando sus familias huyen a zonas seguras”, denunció Elizabeth Hoff, representante de la OMS en Siria.
La OMS añadió en el mismo documento que unas “23.000 personas, en su mayoría mujeres y niños que huyen de las hostilidades en las áreas rurales alrededor de Deir Ezzor”, llegaron al campamento en ese período.
En esa región, las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), alianza integrada mayoritariamente por milicias kurdas, desarrolla una ofensiva contra los últimos reductos del grupo yihadista ISIS, lo cual ha provocado la huida de miles de civiles.
“Muchos de ellos han caminado o viajado en camiones abiertos durante varios días y noches, en el duro frío del invierno”, aseveró la OMS.
A pesar del intenso frío, esas caravanas eran retenidas por horas en el camino por soldados que hacían un recuento para verificar que no hubiera yihadistas mezclados entre los refugiados.
De igual modo miles de civiles se han visto obligados a pasar varias noches en los alrededores del campamento “al aire libre, sin tiendas, mantas, ni calefacción” debido al gran número de personas que llegan al campo de desplazados, cuya población se ha triplicado en menos de dos meses.
A principios de enero, la OMS envió cuatro equipos sanitarios móviles, que operan 24 horas al día en el campamento atendiendo a los enfermos y los casos más graves son remitidos a hospitales cercanos.
“Los niños gravemente desnutridos están siendo enviados a un hospital apoyado por la OMS en Al Hasaka”, indicó la organización.
El pasado 15 de enero, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), informó de que al menos 15 menores habían muerto por las bajas temperaturas y la falta de asistencia médica en menos de un mes en Siria, donde las organizaciones humanitarias tienen difícil acceso a las zonas de combate.
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