Es necesario fortalecer a las policías estatales y municipales y, para ello, se necesitan recursos. Una parte de estos viene a través del Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública (FASP)
La discusión sobre la creación de la Guardia Nacional (GN) ha presentado múltiples argumentos, pero investigadores, analistas y personas de la Sociedad Civil coinciden en la necesidad de construir mejores policías, aunque esta discusión ha dejado de lado el papel que tienen los gobiernos locales en los múltiples fracasos para construir cuerpos policiacos profesionales. Es necesario fortalecer a las policías estatales y municipales y, para ello, se necesitan recursos. Una parte de estos viene a través del Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública (FASP).
El FASP es un fondo presupuestal previsto en la Ley de Coordinación Fiscal, que representa la transferencia federal más importante en materia de seguridad pública para los gobiernos locales. Las entidades deben destinar estos recursos al reclutamiento, evaluación y depuración de los cuerpos policiales, al pago extraordinario de personal policiaco y judicial, a la compra de equipamiento, comunicaciones e informática para la seguridad (plataformas tecnológicas), a la construcción de infraestructura policiaca, judicial y carcelaria de la entidad y al seguimiento y evaluación de los programas de seguridad pública.
Siempre hay quejas por la manera en que se distribuye el recurso, ya que anteriormente se les asignaba más a los estados y municipios que menos resultados daban en el combate a la inseguridad. Sin embargo, ahora existe una nueva fórmula, misma que se dio a conocer el pasado jueves en el Consejo Nacional de Seguridad Pública (CNSP). Esta fórmula contempla el tamaño de la población y los criterios de prevención, además de la población penitenciaria y la magnitud del problema de la inseguridad que tengan. Para ello, se basa en los estudios que realiza el INEGI, como la ENVIPE y los Censos de Gobierno, Seguridad Pública y Sistema Penitenciario y de Procuración de Justicia, además de las proyecciones de población que elabora Conapo.
Acorde con la nueva metodología, las entidades que recibirán más recursos en este año son el Estado de México, la CDMX y Jalisco, lo anterior se debe a la ponderación de los criterios poblacionales y a la magnitud del problema en estas entidades, según lo muestran las encuestas de Inegi. En el lado opuesto, las entidades que menos recursos recibirán serán Nayarit, Yucatán y Tlaxcala. La bolsa total del FASP es de 7 mil 202 millones de pesos y se divide entre las 32 entidades; al ser una cantidad importante de recursos, es necesario que las entidades cumplan con el compromiso de hacer transparente el manejo de los recursos.
La inversión en seguridad es muy necesaria, ya que el estado actual de los policías estatales y municipales es lamentable. De acuerdo con la ENECAP (INEGI, 2018), los policías estatales en promedio laboran 70 horas a la semana con ingresos apenas suficientes para satisfacer las necesidades básicas de sus hogares (67.4%). Además de estar poco capacitados, con nivel educativo en promedio de educación media superior, con sobrepeso (52.2%) o con otro tipo de afectaciones a su salud (18.4%). Incluso ellos tienen que poner de su bolsa para la compra de equipo de trabajo y de su uniforme (42.3% %). En el caso de los policías municipales, las condiciones son aún peores.
Por lo anterior, el fortalecimiento de las policías debe ser una tarea fundamental para los gobiernos locales, ya que son la base del andamiaje de la seguridad pública en el país. La Guardia Nacional (GN) es un paso en la dirección adecuada, pero resultaría insuficiente si no es acompañada del compromiso de los gobiernos estatales y municipales por profesionalizar a sus cuerpos policiacos.
Por Arturo Ávila Anaya
DATA
En el periodo 2013-2017, 163 mil 673 elementos participaron en la aplicación del Plan DN-III-E, durante mil 872 emergencias y beneficiando a cuatro millones 153 mil personas.
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