Se observó que el animal ya no tenía los órganos blandos, además de presentar orificios en el cuerpo
Un reporte ciudadano alertó a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) sobre un manatí muerto en el río Usumacinta, dentro del ejido Salsipuedes, municipio de Centla.
En un comunicado, la dependencia detalló que al acudir al lugar se procedió a la revisión del ejemplar, con una longitud de 1.57 metros, el cual tenía más de 48 horas de muerto, de acuerdo a un médico veterinario zootecnista de la Secretaría de Energía Recursos Naturales y Protección Ambiental (Sernapam).
Atiende @PROFEPA_Mx reporte de un manatí muerto en el ejido Salsipuedes del municipio de Centla, Tabasco https://t.co/h5mda44ASa pic.twitter.com/RHqUUpmBqY
— PROFEPA (@PROFEPA_Mx) 22 de diciembre de 2018
Detalló que durante la necropsia se observó que el cuerpo ya no tenía los órganos blandos, como hígado, bazo, corazón, riñón y pulmón; además, tenía orificios en el cuerpo provocados por aves carroñeras. Agregó que el cuerpo presentaba quemaduras en la zona pectoral, de las aletas y en la zona maxilar inferior.
Además, le fueron tomadas muestras de músculo, grasa, piel de la aleta y de la cola, las cuales se mantienen en congelación mientras se envían a laboratorios especializados para los análisis correspondientes para determinar las causas de su muerte.
Agregó que los restos del ejemplar fueron enterrados para evitar un riesgo sanitario para la población, debido al estado de descomposición en que fueron hallados. Aseveró que a la fecha, desde que se inició la contingencia tras la muerte de manatíes en la zona de Los Bitzales, se han registrado oficialmente 52 ejemplares muertos por diversas causas en Tabasco.
En México, el Manatí (Trichechus manatus) se encuentra enlistada en la categoría de Peligro de Extinción.
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