La tortuga es una mascota familiar muy querida y consentida, el día de su cumpleaños inclusive se dejó colocar un gorro de celebración
Jim tenía 12 años de edad cuando sus padres le regalaron una tortuga que lo ayudara a mejorar su estado de ánimo, luego de encontrarse convaleciente por una artritis en la cadera.
La enfermedad lo tuvo postrado en cama por mucho tiempo por lo que para hacer sus días más llevaderos, sus padres le obsequiaron a la pequeña Diane, el verano de 1968.
Tras mejorar y terminar sus estudios de preparatoria, Jim y su hermano gemelo, Brad Tonner, abrieron una tienda de regalos en Bristol, Nueva Hampshire, en donde construyeron un estanque que han adornado con fotografías de quienes visitan la tienda.
En ese lugar, Diane ha pasado gran parte de su vida, por lo que al haber cumplido 50 años siendo la mascota familiar, los hermanos Tonner decicieron festejarle una fiesta de cumpleaños con pastel, gorritos y muchos mimos.
La tortuga adulta, acostumbrada a ser cargada y llevada por todos lados inclusive se dejó poner un sombrero de cumpleaños.
“Otro animal habría metido su cabeza en el caparazón”, dijo Jim. “Su cabeza estaba erguida. Es una de las cosas más simpáticas que hayas visto”.
Los hermanos han escrito e ilustrado libros sobre Diane y montaron una cámara web para la tortuga en su tienda.
Jim dijo que cuando era niño, las tortugas como Diane eran mascotas populares, pero muchas no vivían tanto tiempo. Por eso es tan fuera de lo común, agregó.
Hoy, la tortuga de dos kilos está sana. Sus alimentos favoritos son las fresas y la lechuga romana. Aunque en Estados Unidos hay una prohibición de lechuga verde por contaminación, Jim cultiva su propia lechuga romana. “Por eso tiene 50 años”, dijo Jim.
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