La receptora del trasplante de útero fue una paciente de 32 años a la que se le hizo el implante mediante una cirugía que duró más de 10 horas, al tener que ser conectado a sus venas, arterias, ligamentos y canales vaginales
El primer bebé nacido en un útero trasplantado proveniente de una donante fallecida vino al mundo en Brasil en diciembre de 2017, según dio a conocer este martes 4 de diciembre la revista médica The Lancet.
El caso podría aumentar las opciones de concebir para las mujeres con problemas de fertilidad uterina y aumentar la disponibilidad de donantes, ya que actualmente, la donación de útero únicamente puede llevarse a cabo a partir de familiares, de modo que las opciones se reducen ya que existen pocos donantes vivos.
El éxito logrado mediante esta nueva técnica, llevada a cabo en el Hospital das Clínicas, de la Universidad de Sao Paulo, supone también el primer trasplante uterino en América Latina, y los científicos señalaron que los resultados de las donaciones de donantes vivos y fallecidos aún no se han comparado, y que las técnicas quirúrgicas y de inmunosupresión se optimizarán en futuros estudios.
La receptora del trasplante fue una paciente de 32 años con infertilidad uterina, a la que se le implantó el útero mediante una cirugía que duró más de 10 horas. El órgano donado se conectó a sus venas, arterias, ligamentos y canales vaginales.
Tras siete meses en que la paciente no rechazó el nuevo órgano y tuvo la menstruación, se le introdujeron los óvulos fecundados que dieron lugar a un embarazo común, gestando a una niña sana que nació por cesárea a las 35 semanas y tres días. Pesó unos 2.5 kilos.
Tras el parto, el útero se extrajo sin que se encontrase ninguna anomalía y tres días después la madre y la pequeña recibieron el alta médica.
Este tipo de procedimientos son complejos técnicamente, poco exitosos y plantean dilemas morales. Anteriormente, se habían realizado otros 10 trasplantes de útero de donantes fallecidos en Estados Unidos, la República Checa y Turquía, pero este es el primero en dar lugar a un bebé vivo.
El primer parto que se produjo a partir de un trasplante uterino de un donante vivo tuvo lugar en Suecia en 2013 y también se publicó en The Lancet. La mayoría de los casos registrados, las donantes son las madres, hermanas o amigas íntimas de las receptoras, hecho que limita la disponibilidad de órganos.
El doctor Dani Ejzenberg del Hospital das Clínicas, de la Universidad de Sao Paulo, indicó que “los primeros trasplantes de útero de donantes vivos fueron un hito médico y dieron la posibilidad de que mujeres infértiles pudieran tener un parto gracias a acceder a las donantes adecuadas y a las instalaciones médicas necesarias”. En total, hasta el momento se han realizado 39 procedimientos de este tipo, lo que ha dado como resultado a 11 bebés vivos.
Los responsables de la investigación señalan que este tipo de trasplantes podrían ayudar no solo a mujeres infértiles por causas congénitas, sino también a otras a las que se les ha extirpado el útero tras infecciones o tratamientos oncológicos, por ejemplo.
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