Los recientes movimientos migratorios en todo el mundo, fueron la inspiración de los desarrolladores de este juego para crear conciencia
Recientemente salió al “mercado” un videojuego de nombre Razor Wire (alambre de púas) el cual busca sensibilizar a los jugadores acerca de los peligros a los que se enfrentan estas personas que buscan tener una mejor calidad de vida.
Formado por tres niveles, el juego te brinda una sola vida, una sola oportunidad para, primero, escapar de la guerra en tu país de origen; después esquivar a la policía mientras arrasa tu campo de refugiados y, finalmente, cruzar un río mientras evitas los cuerpos de quienes no lo lograron.
Pero ganar no es el objetivo de Razor Wire, ni su diseño rudimentario, vertical y repleto de grandes pixeles que busca atraer a los amantes de los juegos retro de computadora.
De acuerdo con Maja Cimerman, gerenta del proyecto en la ONG Today is a New Day, el juego realmente busca sensibilizar a las personas sobre los movimientos migratorios en todo el mundo, los cuales no son algo que la gente migrante quiere ni busca, sino a lo que las situaciones en sus países los orillan a hacer.
Tan sólo en Eslovenia, “el cerco con alambre de púas ha estado colocado por tres años en la frontera y pareciera que nos dejó de importar, pareciera que hubiéramos aceptado que es una realidad dada. Esto no ha hecho que los cruces sean imposibles (…) sino más peligrosos”, dijo Cimerman.
“Nueve inmigrantes se ahogaron mientras intentaban cruzar el río Kolpa el año pasado. Tal vez las personas que murieron no sabían nadar o fueron sorprendidas por aguas profundas o fuertes corrientes”, enfatizó.
La ruta de los Balcanes fue sellada en 2016 y el número de cruces ilegales hacia Eslovenia disminuyó fuertemente a cerca de 8 mil en los primeros 10 meses de este año, comparado con casi 500 mil en el periodo que va de octubre de 2015 a marzo de 2016.
Pero el cerco sigue en pie y ahora cubre unos 179 kilómetros de la frontera de 670 kilómetros de largo con Croacia.
Aunque no tan fuerte como en la vecina Hungría, por ejemplo, el sentimiento antiinmigrante ha aumentado en Eslovenia desde la crisis migratoria de 2015.
“Muchos refugiados (…) llaman a su experiencia ‘el juego’ porque tiene muchas trampas y obstáculos. Deben viajar de noche, deben evitar a la policía, son asaltados con frecuencia o sus documentos retirados por la policía y muchas veces, o regularmente, son enviados de vuelta a campos de refugiados”, agregó la gerente.
No hay final feliz en Razor Wire: cuando un jugador logra cruzar el río Kolpa y finalmente llega a la frontera eslovena, y es recibido por un cartel que muestra el alambre de púas y no le permite avanzar.
La crisis migratoria que se vive en cuatro de los cinco continentes se ha agudizado desde el año 2012, cuando millones de personas han sido desplazados de sus lugares de origen a causa de la guerra, la hambruna, la sequía, la violencia o la pobreza en su región.
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