Estados Unidos y la Unión Europea han impuesto sanciones a Rusia por su conducta hacia Ucrania desde 2014, cuando Moscú anexó Crimea
La tensión entre Rusia y Ucrania van en aumento, luego de que el presidente de esta última nación, Petro Poroshenko, acusara al mandatario ruso, Vladimir Putin, de querer anexar su país completo a su territorio, por lo que hizo un llamado a la OTAN para desplegar barcos de guerra en a aguas marítimas que comparten ambos países.
Poroschenko pidió la mediación de la canciller federal de Alemania, Angela Merkel, para resolver este conflicto que inició por el tránsito naval en el mar frente a la Península de Crimea.
Merkel, por su parte, exhortó a las dos partes al diálogo, y afirmó que hablará sobre el tema del Mar Negro con Putin en la cumbre del G-20, que comienza el viernes en Argentina, y en el que el líder ruso también sostendría conversaciones con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Sin embargo, hasta el momento no ha hecho ninguna declaración sobre una eventual mediación.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, también se pronunció en las últimas horas en favor de vincular a Merkel en los esfuerzos para resolver el conflicto.
El presidente ruso, Vladimir Putin, hizo saber por su parte que no considera que sea necesaria una mediación de ningún tipo. El jefe del estado ruso dijo desde ayer que es un conflicto que pueden solucionar las autoridades locales rusas y ucranianas.
Moscú y Kiev se culpan mutuamente por el incidente en el Mar Negro, que tuvo lugar costa afuera de Crimea, la península ucraniana anexada por Rusia en 2014.
Putin quiere recuperar el antiguo imperio ruso, esto incluye las regiones de Crimea y Donbáss completas.
“Se ve a sí mismo como zar ruso, su imperio no puede funcionar sin Ucrania. Nos ve como su colonia”, señaló el mandatario ucraniano.
Estados Unidos y la Unión Europea han impuesto sanciones a Rusia por su conducta hacia Ucrania desde 2014, cuando Moscú anexó Crimea luego de que un líder prorruso fue derrocado en Kiev.
Hasta el momento, ninguno de los aliados occidentales de Ucrania le han ofrecido algún tipo de ayuda militar, pese a que Poroshenko busca generar oposición a un gasoducto ruso que amenaza con despojar al país de importantes ingresos, lo que traería una posible invasión de Rusia.
La OTAN ha llamado a Rusia a liberar a los tres barcos de la Armada ucraniana y a sus tripulaciones que fueron capturadas el domingo pasado, afirmando que no hay justificación para las acciones de Moscú. Sin embargo, la alianza militar, a la que Ucrania espera unirse algún día, no ha ofrecido desplegar nuevas fuerzas en el área para disuadir a Rusia.
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