La zona noreste de Nigeria, así como otras zonas del Lago de Chad, han sufrido brotes de cóleras debido al hacinamiento de los desplazados
El Consejo Noruego de Refugiados se mantiene en alerta luego de que se revelara que un brote de cólera en el noreste de Nigeria ha dejado 175 muertos y ha afectado a más de 10 mil personas, la mayoría de ellos, desplazados por la violencia de Boko Haram.
“El cólera se propaga rápidamente en los congestionados campamentos de desplazados, donde es difícil
proporcionar agua, saneamiento y servicios de higiene”, dijo Jante Cherono, responsable del programa del Consejo
Noruego de Refugiados en Maiduguri, capital del estado de Borno.
Las autoridades señalaron que debido a las inadecuadas condiciones de higiene en las que se encuentran hacinados miles desplazados, este tipo de sitios son un foco importante de infección.
La enfermedad golpea sobre todo los estados de Borno, Adamawa y Yobe, precisó el Consejo Noruego para
Refugiados, por lo que exigió a las autoridades locales una mejora urgente de las medidas de higiene para combatir el cólera y a la comunidad internacional brindar los fondos necesarios, pues de lo contario se avecina una nueva crisis sanitaria en 2019.
La semana pasada, el presidente nigeriano, Muhamadu Buhari, en campaña electoral para ser reelegido, declaró el estado de emergencia sanitaria durante una cumbre sobre el acceso al agua.
En Nigeria, el país más poblado de África con 180 millones de personas, una cuarta parte de los habitantes carecen de acceso a baños y el acceso al agua ha bajado de 32 al 7.0 por ciento en 2015, explicó Buhari.
La zona noreste de Nigeria, así como otras zonas del Lago de Chad, han sufrido brotes de cóleras en años anteriores, debido al hacinamiento de los desplazados, que huyen de la ola de violencia que lleva a cabo la milicia islámica Boko Haram.
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