Una tragedia para México lo que sucede en el PAN. La durísima carta de renuncia de Felipe Calderón es un reflejo de la terrible crisis al interior. Dice Calderón que la camarilla que hoy domina el PAN ha extinguido la democracia interna. Como es su costumbre, obvia expresar que él encabezó en su momento otra camarilla que se adueñó del partido al amparo de la presidencia del país. El problema actual del PAN es de mezquindad y egoísmo. La desgracia es que en este momento es necesario para el país una oposición inteligente, unida y amante del país. Y lo que otrora fue un partido de gente decente y preparada hoy, es una broma.
El lunes siguiente a su triunfo entrevisté al presidente electo Andrés Manuel López Obrador, y tomando en cuenta los resultados le cuestioné sobre la tentación del absolutismo. En ese momento negó cualquier tipo de riesgo al respecto, incluso me dijo enfáticamente que no habría modificación alguna a la constitución. En la realidad sabemos que Andrés Manuel es zigzagueante en sus opiniones y decisiones y por ende se necesita como contrapeso a la gruesa y poco preparada bancada de Morena, un PAN que reivindique las ideas y derechos de los ciudadanos.
El papel de Marko Cortés es muy complejo. Puede haber ganado pero debe de preguntarse con sinceridad que partido ganó. Puede ser ya, un cadáver insepulto. La salida de Calderón es un golpe muy fuerte. Otro expresidente emanado de ese partido, Vicente Fox, es más priísta que Peña, y hoy está más interesado en la mota que en el país. Que por cierto reclama que la cancelación del aeropuerto de Texcoco es una mentada de madre. Otra víctima del alzheimer político, pues hay que recordarle que si hubiera tenido los cataplines bien puestos, el aeropuerto tendría de menos 12 años de construido y no estaríamos en esta discusión entre estéril y ridícula que nos va a costar un retroceso importante.
El PAN se encuentra en el estribo de su encuentro con la historia, en donde sino se reagrupa y entiende su misión histórica, desaparece.
A lo anterior hay que sumarle la soberbia de los coordinadores parlamentarios de Morena en el Congreso, que declararon que no tienen que consultar con nadie la propuesta de cancelar las comisiones e intereses que cobran los bancos. Les quiero recordar tanto a Monreal como a Batres que ellos no ganaron nada, absolutamente nada, solamente hubo un ganador el 1 de julio y se llama Andrés Manuel López Obrador. El mismo que hizo un video dejando en claro que no habrá ninguna modificación al régimen de comisiones y tasas de los bancos, dejándolos en ridículo, regañados y sin autoridad. Mesura señores, pues su estupidez le costó a los bancos miles de millones de dólares en su valor de mercado.
El viernes pude platicar con el director general de uno de los principales bancos mexicanos que me expresó su profunda preocupación. Y tiene razón, actuar a lo pendejo tiene sus consecuencias. Por supuesto que ir en contra de la banca es popular. Los bancos son malos, quitan propiedades, cobran comisiones e intereses. Pero son lo queramos o no, la turbina de la economía mexicana. Ya tuvimos la pésima experiencia de una banca estatisada y posteriormente entregada a una bola de rufianes, dígase “El divino” o Cabal Peniche, no creo que esto sea lo se quiera como directriz económica del país.
En el estribo.- ¿Sabrá el actual Jefe de Gobierno de la CDMX que en sobremesas de empresarios del ramo desarrollador, lo mencionan en el fallido proyecto de la planta de asfalto? Lo malo del alcohol no solamente es el daño que provoca a la salud, sino también hace abrir la boca de más, hay personajes muy molestos con él, con iniciales FG y SL.