“Estamos en contra de un presidente que promueve el odio, la codicia, la homofobia, la misoginia…”
Bajo la lluvia, al menos un millón de personas se manifestaron en la Plaza de la República en el corazón de París para protestar contra la presencia del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en la capital francesa con motivo de los actos conmemorativos del centenario del final de la Primera Guerra Mundial. Los manifestantes consideran que el presidente Trump es un enemigo de la paz y aseguran que no es bienvenido en Francia.
“Trump = Guerra”, “Trump es el diablo naranja”, “No justicia, no paz”, “No invitamos a los que se aprovechan de la guerra para celebrar la paz” y “Trump, enemigo del planeta” decían algunas de las pancartas que exhibían los manifestantes junto al Monumento a la República, coronado por la estatua de bronce de Marianne, personificación de la República francesa.
“He venido hoy aquí porque creo que es importante, este 11 de noviembre,manifestarse por la paz y en contra de los belicistas, los jefes del imperialismo occidental”, explica Hubert Cuilleron, un francés jubilado y simpatizante comunista.
A diferencia de Trump, que el sábado canceló su visita a un cementerio de soldados estadunidenses que lucharon en la Primera Guerra Mundial en las afueras de París por el mal tiempo, a los manifestantes no parecían importarles la constante lluvia que caía sobre la Plaza de la República.
“Trump: ¿no has rendido homenaje a los soldados caídos porque estaba lloviendo?”, preguntaba a su presidente las estadounidenses Margo Deley y Nancy Kissock en su pancarta mientras se resguardaban de la lluvia bajo un paraguas. “Decidimos venir aquí para protestar contra nuestro presidente porque protestamos contra él cada vez que tenemos una oportunidad. Estamos en contra de un presidente que promueve el odio, la codicia, la homofobia, la misoginia… Es un hombre que solo trata de enriquecerse a costa del mundo e incluso de la Constitución estadunidense”, cuentan estas norteamericanas afincadas en París.
A la cita no faltó el Trump baby, el globo de seis metros de altura que representa a un bebé Trump enfadado con piel de color naranja, pañales y un magnífico peinado y que sujeta un teléfono móvil en su pequeña mano.
“Estamos preocupados internacionalmente sobre el auge del fascismo en general y esto está obviamente relacionado con Donald Trump. Pero también la razón de protestar contra él en diferentes sitios es que cuando es bienvenido por el gobierno francés o por el gobierno británico, le legitimizan. Y queremos decir que la mayoría de la gente no reconoce la legitimidad de su presidencia, sus políticas y de su figura” explica el británico Matt Bonner, autoproclamado “niñero de Trump” y diseñador del Trump Baby.
“Señor Odio, abandone Europa”, proclama la pancarta de Tina Williams, una franco-estadunidense que ha acudido a la manifestación con su hija y que lleva uno de los gorros de lana rosa contra el machismo de Trump y convertido en un símbolo feminista.
“Trump es nuestro presidente pero no representa al pueblo estadunidense. Está en contra de la mitad del pueblo estadounidense. Está en contra de los negros, de los latinos, de los gays, de los musulmanes…Es una persona muy peligrosa”, advierte Williams.
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