La visita de Pompeo a Panamá tiene lugar en medio de una caravana de migrantes centroamericanos que se dirigen por tierra con rumbo al norte, en medio de amenazas de Trump de cerrar su frontera con México
Tras la llegada a Panamá de Mike Pompeo, secretario de Estado estadounidense, se reunió con Juan Carlos Varela, presidente del país centroamericano, la tarde del jueves para abordar la situación de Venezuela y Nicaragua, así como la colaboración en la lucha contra el narcotráfico, terrorismo y la migración ilegal en la porosa frontera con Colombia.
Varela recibió a Pompeo en la casa presidencial. Poco antes, a su llegada a suelo panameño, el secretario se encontró con la canciller y vicepresidenta Isabel de Saint Malo en el aeropuerto internacional de Tocumen.
La visita de un día tiene lugar en medio de una caravana de varios miles de migrantes centroamericanos que se dirigen por tierra con rumbo al norte, en medio de amenazas del mandatario Donald Trump de cerrar su frontera con México.
Pompeo tenía previsto seguir viaje a México la noche del jueves tras el encuentro en Panamá.
Estados Unidos y Panamá han pedido el diálogo y el regreso a la democracia para solucionar la grave crisis social y migratoria en Venezuela. El gobierno de Trump ha castigado con sanciones financieras al presidente Nicolás Maduro y colaboradores cercanos, en tanto que Panamá incluyó al líder socialista y a funcionarios de su gobierno en una lista de alto riesgo por lavado de dinero en marzo.
Panamá también exigió visas a los venezolanos poco después de una visita del vicepresidente Mike Pence en agosto de 2017.
El gobierno de Varela ha pedido, asimismo, el diálogo en Nicaragua donde violentas protestas este año para exigir la renuncia del líder de ese país, Daniel Ortega, dejó centenares de muertos.
Estados Unidos –principal socio comercial de Panamá y mayor cliente del canal interoceánico– ha sido el colaborador histórico de la nación centroamericana en la lucha contra el crimen organizado.
El incremento de la actividad del narcotráfico y de los flujos migratorios irregulares por la selvática frontera colombo-panameña es una preocupación constante para ambos países. Con una actividad financiera de las más grandes de la región, Panamá también ha tenido que tomar más precauciones para detectar el movimiento de dinero sucio que pueda ser utilizado para actos de terrorismo.
Imagen: @JC_Varela
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