A diferencia de ediciones anteriores, que tuvieron lugar en el bordo del Río Bravo, este “Abrazos, no muros” se desarrolló en la valla metálica de poco más de cinco metros de altura con la que el Gobierno de EE.UU. sustituyó la cerca que dividió a ambas naciones por más de 20 años
Cerca de 3 mil personas se dieron cita hoy en la frontera que divide Ciudad Juárez de Sunland Park para reunirse durante tres minutos con sus familiares, en el sexto evento denominado “Abrazos, no muros”.
El evento, organizado por la Red en Defensa de los Derechos de los Migrantes, convocó a alrededor de 250 familias y se llevó a cabo con la colaboración de organizaciones dedicadas a la promoción de los derechos humanos a ambos lados de la frontera.
A diferencia de ediciones anteriores, que tuvieron lugar en el bordo del Río Bravo, este “Abrazos, no muros” se desarrolló en la valla metálica de poco más de cinco metros de altura con la que el Gobierno de EE.UU. sustituyó la cerca que dividió a ambas naciones por más de 20 años.
“La familia fronteriza es una familia que debe estar unida, que no debe estar separada, porque ese es el correcto modo de vivir. Somos una familia dividida por una línea política que hoy se está rompiendo”, resumió José Márquez, representante del Movimiento Migrante Mesoamericano.
Durante el evento, las familias lloraban, se abrazaban y se tomaban fotografías, la despedida fue lo más difícil sobre todo al no saber cuándo podrán volver q encontrarse.
Autoridades de la Patrulla Fronteriza vigilaron que no se violaran los protocolos, del lado mexicano hubo el apoyo de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal y de la Cruz Roja Mexicana.
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