El periodo de vida de este producto es de cinco a seis meses, comparado con los dos y hasta diez años que tiene de vida la degradación de un popote de plástico
Como una medida para combatir la contaminación ambiental causada por el uso y rápido desecho de los popotes plásticos, artesanos de la comunidad de San Juan Guelavia, en Oaxaca, han iniciado con la promoción de la utilización de popotes hechos de carrizo.
Los locatarios se han enfocado en la producción de popotes de este material que no daña el medio ambiente al estar hechos de una planta que es biodegradable.
Miembros de la comunidad comienzan ha tener éxito con esta nueva visión de proyecto, pues en poco tiempo han logrado conseguir pedidos de hasta 5 mil piezas por parte de restaurantes y otros comercios que utilizan este producto.
La elaboración de este popote es cien por ciento artesanal, reveló el artesano Felipe Martínez García, quien señaló a medios locales que el carrizo se recolecta en el campo, seleccionando los más delgados.
“Primero sacamos los carricitos más delgaditos y tratamos de que sea de un sólo tamaño de grueso y después le pasamos un clavo para que se abra donde tiene el nudo y ocupamos una varillita para limpiarla adentro”, explicó.
Al final siempre se limpian las orillas para afinar el popote y evitar que se quede alguna astilla.
El periodo de vida de este producto es de cinco a seis meses, comparado con los dos y hasta diez años que tiene de vida la degradación de un popote de plástico.
Se calcula que en toda su vida una persona utiliza, en promedio, 38 mil popotes.
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