Un supervisor de información de la Patrulla Fronteriza de EEUU fue arrestado el sábado al determinarse que asesinó a cuatro prostitutas y secuestró a una quinta que logró escapar y alertar a las autoridades
Un supervisor de la Patrulla Fronteriza fue encarcelado el domingo en Texas y se le fijó una fianza de 2.5 millones de dólares por los cargos de matar a cuatro mujeres y lesionar a una quinta que logró escapar.
Juan David Ortiz, de 35 años, quedó preso en Laredo por cuatro cargos de homicidio y otros por agresión agravada con un arma mortal y detención ilegal, según expedientes de la prisión del condado Webb.
Ortiz, que llevaba 10 años trabajando para la Patrulla Fronteriza, fue arrestado el sábado alrededor de las 2 de la mañana cuando lo encontraron escondido en una camioneta en el estacionamiento de un hotel en Laredo, al cabo de lo que los investigadores describieron como una cadena de 10 días de violencia. Isidro Alaniz, fiscal federal del condado Webb, dijo el sábado que los investigadores “consideran que se trata de un asesino serial”.
Alaniz describió cómo este supervisor de inteligencia de la Patrulla Fronteriza continuó acudiendo a su trabajo durante este periodo.
“Mientras la policía buscaba al homicida… él se presentaba a trabajar normalmente a diario”, agregó.
Todo comenzó con el descubrimiento el 4 de septiembre del cadáver de Melissa Ramirez, de 29 años. De acuerdo con una declaración jurada policial, Ortiz dijo haber matado el día anterior a Ramirez. Al igual que las otras víctimas, Ramirez fue asesinada de un disparo en la cabeza y su cadáver abandonado en una carretera en una zona rural del condado Webb, en el noroeste de Texas.
La mujer tenía dos hijos, mientras que una segunda víctima, Claudine Anne Luera, de 42 años y con cinco hijos, fue encontrada gravemente herida de bala en una carretera el jueves en la mañana pero aún con vida, aunque murió ese mismo día en un hospital.
Ortiz subió el viernes a su vehículo a una mujer llamada Erika Peña, sea firma en la declaración. Le dijo a la policía que forcejeó con Ortiz dentro de su camioneta, donde el agente le apuntó con una pistola, pero ella logró escapar. La mujer llegó a una gasolinera en la que halló a un patrullero y le pidió auxilio.
Según la declaración jurada, Ortiz les dijo a los investigadores que, después de que Peña echara a correr, subió a su vehículo a sus últimas dos víctimas, cuyas identidades no han sido dadas a conocer.
En los documentos carcelarios no se indica si Ortiz tenía un abogado para que declarara sobre el caso.
Alaniz dijo que se cree que las mujeres asesinadas eran prostitutas y una de ellas era transexual. Al menos dos eran ciudadanas estadounidenses, apuntó, y se desconocen las nacionalidades de las otras. Los investigadores continúan trabajando para determinar un móvil.
Se cree que Ortiz actuó solo.
La agencia federal emitió un comunicado en el que ofrece sus “más sinceras condolencias” a las familias de las víctimas y señaló que no tolera la conducta delictiva de ningún empleado.
El Departamento de Seguridad Pública de Texas, cuya División de los Rangers está investigando, refirió las preguntas sobre el caso a la policía del condado Webb. El jefe policial Martin Cuellar no devolvió varios mensajes para solicitarle sus comentarios.
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