La ONU-DH pidió la repatriación de los cuerpos a la brevedad posible, así como que los familiares conozcan las circunstancias de su muerte
La Oficina en México del Alto Comisionado de la ONU para Derechos Humanos (ONU-DH) informó que los nueve cadáveres encontrados en el año 2015 en una fosa clandestina en el norte de México, pertenecen a ciudadanos guatemaltecos.
De acuerdo con un informe presentado por el organismo internacional, los centroamericanos, entre ellos tres menores, salieron de su país el pasado 10 de febrero de 2014 rumbo a Estados Unidos “con el fin de buscar mejores condiciones de vida”.
Siete días después de su partida “se comunicaron por última vez con sus familiares para informarles que se encontraban en Tamaulipas (…) y desde entonces no volvieron a saber de su suerte ni paradero”, añadió el comunicado.
Los restos de los viajeros encontrados el 17 de febrero de 2015 en una fosa clandestina en el Ejido Plan de Ayala, municipio de Güemez, Tamaulipas.
La identificación de los cuerpos se logró gracias a antropólogos forenses argentinos y familiares, los cuales fueron informados del deceso de sus parientes este el 23 de julio pasado.
Ante tales hechos, la ONU-DH pidió la repatriación de los cuerpos a la brevedad posible, así como que los familiares conozcan las circunstancias “sobre el hallazgo de los restos y el proceso de identificación llevado a cabo”; y la impartición de justicia por la muerte de los migrantes.
La semana pasada, fueron encontrados al menos 174 cadáveres en una fosa clandestina en Veracruz, un estado vecino de Tamaulipas donde también siguen operando Los Zetas.
Más de 500 mil personas cruzan clandestinamente la frontera sur de México cada año en su intento por llegar a Estados Unidos, según datos de Naciones Unidas. La mayoría son centroamericanos que huyen de la violencia y la pobreza de sus países.
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