El secretario de Defensa de Estados Unidos llegó el viernes a Afganistán para una visita sorpresa, dijo el mando de la misión de Washington en el país. Esto, días después de un atentado suicida en Kabul, la capital
El secretario de Defensa de Estados Unidos aterrizó este viernes en Kabul para una visita no anunciada a Afganistán, donde se reunirá con el presidente Ashraf Ghani y con el nuevo comandante de las fuerzas estadounidenses y de la OTAN.
Estados Unidos tiene actualmente 14,000 militares desplegados en Afganistán, que garantizan el grueso de la misión de la OTAN para apoyar y formar a las fuerzas de seguridad afganas.
El miércoles, un suicida se inmoló en un centro de lucha libre matando a 21 personas e hiriendo a 90 más. Dos reporteros fallecieron en un segundo ataque que coincidió con la llegada de equipos de emergencias y periodistas al lugar.
La filial afgana de EI emitió el viernes un comunicado atribuyéndose la autoría del incidente. Además distribuyó la imagen de un joven enmascarado identificado como el suicida Saber al-Khorasani.
La visita de Jim Mattis, la segunda a Afganistán en cuestión de meses, se produce en un momento delicado de la guerra en la que está sumida el país desde hace 17 años.
Ni las fuerzas afganas ni estadounidenses han logrado grandes avances en la lucha contra los talibanes, el mayor grupo insurgente en el país.
Los actores afganos e internacionales intensificaron los esfuerzos para celebrar conversaciones de paz con los talibanes.
El alto el fuego sin precedentes alcanzado en junio y la reunión entre responsables estadounidenses y representantes talibanes en Catar en julio alimentaron la esperanza de que las negociaciones pudieran poner fin a los combates.
Pero la reciente ola de ataques perpetrados por los talibanes y el grupo yihadista Estado Islámico, que dejó cientos de muertos entre las fuerzas de seguridad y los civiles, opacó este optimismo.
El secretario de Estado, Mike Pompeo, anunció esta semana el nombramiento de Zalmay Khalilzad como nuevo responsable estadounidense para la reconciliación en la nación asiática. Khalilzad, una figura polémica en la región, es un exenviado a Afganistán.
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