Este domingo 2 de septiembre, el Museo Nacional de Brasil fue víctima de un incendio que ha dejado una gran tristeza a nivel mundial por la cantidad de pérdidas históricas que representa.
En el Museo Nacional de Brasil reposaban unas de las colecciones egipcias más importantes de América Latina con más de 20 millones de artículos de diferentes períodos de la historia de Brasil y el mundo.
Entre los tesoros que se perdieron en el incendio del museo había 5 piezas de gran valor.
El medio británico señala que la pérdida del esqueleto de Luzia, “la primera habitante” de América, es uno de los golpes más fuertes para la historia.
En 1975, científicos encontraron en la cueva de la Lapa Vermelha, en el estado de Minas Gerais, los restos de una mujer primitiva que existió hace 11.400 años.
Luzia es el más antiguo fósil humano descubierto en el actual territorio brasileño.
Por otro lado, está el meteorito de Bendegó que era considerado el segundo más grande del mundo.
Su hallazgo fue en 1784 en el estado de Bahía, pesaba 5.260 kg y era exhibido en el vestíbulo de la entrada del Museo Nacional.
En el museo también se encontraba la mayor colección arqueología egipcia de América Latina.
“De las 700 piezas egipcias, el mayor atractivo era la momia dama Sha-Amun-en-su, la cual estaba acompañada de numerosas momias de animales como gatos, ibis, peces y crías de cocodrilo”.
Asimismo, el Museo Nacional conservaba uno de los más significativos acervos paleontológicos de América Latina con fósiles de plantas y animales provenientes de Brasil y de otros países.
En total eran 56.000 ejemplares y 18.900 registros, divididos en núcleos de paleobotánica, paleoinvertebrados y paleovertebrados.
La imponente réplica del dinosaurio ‘maxakalisaurus‘, un herbívoro de 9 toneladas y 13 metros de largo, “sin duda, era el preferido del público”, ha dicho el director del museo, Alex Kellner.
Finalmente, estaba la colección más valorada del museo que estaba integrada por 750 piezas de las civilizaciones griega, romana, etrusca e italiana.
La más destacable era la grecorromana de la emperatriz Teresa Cristina y la colección de la reina Carolina Murat, hermana de Napoleón Bonaparte y esposa del rey de Nápoles, Joaquim Murat.
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