El armamento sustraído era considerado como material en desuso que había sido sustituído por equipo más moderno, pero funcionaban perfectamente
El robo de 42 fusiles de guerra tipo FAL calibre 7.62 mm las cuales fueron sustituidas por armamento de juguete dentro de las oficinas de la policía de Paraguay ha causado gran revuelo en los ámbitos de seguridad en el país.
El ministro del Interior, Ernesto Villamayor, informó esta semana que la desaparición de las armas está siendo investigada.
“Estamos trabajando para determinar en qué momento se produjo la desaparición de las armas”, expresó el ministro tras ser recibido en audiencia por el presidente Mario Abdo Benítez.
El mayor temor de las autoridades es que las armas vayan a parar a manos de los delincuentes.
Los hechos fueron comprobados cuando se realizó un inventario en el Departamento de Armas y Municiones, en donde se dieron cuenta que al menos 42 armas habían sido sustituidas por réplicas de plástico y de madera, de aire comprimido y airsoft, según el informe.
“Hay además denuncias de (otras) 90 armas cortas desaparecidas, entre enero y julio de este año”, detalló el ministro.
El armamento sustraído era considerado como material en desuso ya que habían sido reemplazadas por equipo más moderno, por lo que fueron trasladadas a un depósito en las afueras de Asunción.
Las armas desaparecidas son fusiles tipo Fal, de procedencia brasileña, que podrían estar siendo comercializadas a grupos criminales brasileños en la frontera a un precio aproximado a los 10 mil dólares por pieza, según las sospechas de los investigadores dado que funcionaban perfectamente.
Luego del descubrimiento, las autoridades paraguayas ordenaron un inventario general de armas tanto en la Policía como en las Fuerzas Armadas.
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