Entre las principales formas de violencia a los abuelos se encuentran el condicionamiento económico, negligencias médicas, faltas de respeto y abandono
Aunque en la la época prehispánica, colonial y el Porfiriato los abuelos eran respetados y considerados como la autoridad máxima de la familia por su sabiduría y los valores que transmitían a las generaciones, actualmente en México los adultos mayores son un sector de la población que enfrenta discriminación y abandono.
De acuerdo con la Organización Mundial dela Salud, el maltrato a las personas mayores es un acto único o repetitivo que causa daño o sufrimiento a una persona de edad, ya sea porque no existen medidas apropiadas para evitarlo o porque se produce dentro de una relación basada en la confianza.
Debido a su condición los adultos mayores sufren maltrato físico que puede iniciar con un rasguño y moretones menores hasta fracturas óseas y lesiones craneales que pueden provocar discapacidades; maltrato psicológico mediante palabras discriminatorias, amenazas, burlas o el condicionamiento de no decir nada a cambio de atención médica; maltrato sexual a través de la ridiculización de sus capacidades de control de esfínteres, negarles el cambio de pañal o baños corporales; maltrato emocional con la negativa de visitar a alguien o permitirles realizar alguna actividad gratificante para ellos mismos.
Además a los abuelos se les ejerce algún tipo de violencia por razones económicas, abandono, negligencia médica y el menoscabo grave de dignidad y la falta de respeto; la cual puede provenir de parte de sus hijos, cuidadores o personal social cuando realizan algún trámite.
Según cifras del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), en México el 88.4 por ciento de los adultos mayores se sienten discriminados por su edad, especialmente cuando son retirados de manera voluntaria o involuntaria del campo laboral, convirtiéndolos en sujetos de vulnerabilidad económica al no percibir un ingreso fijo.
Se estima que a nivel nacional 1 de cada 10 personas mayores ha sufrido algún tipo de maltrato, discriminación o abandono, cifra que probablemente esté subestimada puesto que solo se notifica 1 de cada 24 casos de maltrato a personas mayores.
Adicional los ancianos comienzan un proceso de aislamiento social cuando pierden a sus familiares o amigos de su edad por muerte o enfermedad.
Independientemente de la relación que se mantenga con sus hijos, los adultos mayores son excluidos o desatendidos dadas las actividades diarias de los sectores más jóvenes.
Zuri Sadday Medina, ejecutiva de programas de la organización Girasoles, señala que el problema de la vejez no está visualizado en la sociedad como debería por lo que no existen políticas públicas que apoyen a este sector.
“Como sociedad ya no les estamos dando la oportunidades para que sigan desarrollándose, de los 60 a los 80 años convertimos las personas en un bulto”, comentó.
La especialista afirma que los abuelos no sólo tienen necesidad de comer, vestir y cuidado médico, sino también desarrollar tiempos de productividad, cuidado en la salud mental y programas de integración social.
Se calcula que para el año 2050, la población mundial de mayores de 60 años se habrá duplicado con creces, de 900 millones en 2015 a unos 2000 millones, por lo que es de vital importancia generar programas intergeneracionales en las escuelas para reducir las actitudes sociales negativas y los estereotipos hacia los ancianos; además de prevenir el maltrato de las personas mayores antes de que ocurra y la sensibilización de los profesionales con respecto al problema.
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