La ex presidenta de Argentina, que enfrenta seis causas judiciales -cuatro de ellas por corrupción- está convencida de que es víctima de una persecución política y judicial impulsada por su sucesor, Mauricio Macri
Un dispositivo de la Policía Federal de Argentina (PFA) llegó al departamento en Buenos Aires de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner para hacer un registro ordenado por un juez en el marco de una causa en la que se la investiga por supuestamente haber recibido millonarios sobornos de empresarios.
Entre un gran tumulto de periodistas, los agentes llegaron hasta la puerta del edificio en el que reside en el barrio de Recoleta la actual senadora cuando se encuentra en Buenos Aires, aunque el juez Claudio Bonadio también solicitó allanar sus dos casas en las localidades patagónicas de Río Gallegos y El Calafate.
En la noche de este miércoles, el Senado dio el visto bueno, por unanimidad, a la solicitud de allanamientos cursada por Bonadio, que quiere buscar pruebas de si Fernández cobró millonarios sobornos de empresarios de la obra pública, para lo que necesitaba de la autorización de la Cámara Alta por contar la ex mandataria con fueros parlamentarios.
“Lo que están haciendo es hostigarla. Un allanamiento difícilmente se avisa con tantos meses”, apuntó Gregorio Dalbón, uno de los abogados de Fernández, en declaraciones a la prensa que se agolpaba a las puertas de la casa de la exmandataria, quien según medios locales pasó la noche con su hija Florencia en su apartamento del barrio de Constitución.
Fernández de Kirchner -que también votó a favor de los registros en el Senado- invitó este martes a los senadores que apoyaran la medida para acabar con el “show” que a su juicio se ha convertido su situación, pero no consiguió que también acompañasen las condiciones que había impuesto: que no haya registro gráfico de los allanamientos y garantizar la presencia de sus abogados.
La ex mandataria argentina, afectada por seis causas judiciales -cuatro de ellas por corrupción- está convencida de que es víctima de una persecución política y judicial impulsada por su sucesor, Mauricio Macri.
La investigación ha dejado multitud de empresarios y exfuncionarios detenidos y salió a la luz por los cuadernos que un chófer del Ministerio de Planificación escribió durante más de una década, en los que contaba cómo supuestamente llevaba bolsas con dólares que empresarios destinaban a miembros del kirchnerismo.
Entre ellos, supuestamente, Fernández y su fallecido esposo, el también exmandatario Néstor Kirchner entre 2003 y 2007.
Intervención completa en el Senado durante la sesión de hoy.https://t.co/qzEHuWk53E
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) 22 de agosto de 2018
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