La voz de Aretha Franklin se ha apagado con la muerte de la reina del soul en su casa de Detroit, según ha confirmado su representante, Gwendolyn Quinn, ante el embate del cáncer que le diagnosticaron en 2010
Aretha Franklin ha muerto este jueves a los 76 años de edad en su hogar en Detroit, víctima de un cáncer de páncreas que le fue diagnosticado en el año 2010 y que siempre trató de mantener en secreto. Así lo confirmó su representante Gwendolyn Quinn, indicando que en sus últimas horas de vida, estaba consciente y recibió la visita de amigos como Stevie Wonder.
“En uno de los momentos más oscuros de nuestras vidas, no podemos encontrar las palabras adecuadas para expresar el dolor en nuestro corazón”, señala un comunicado difundido por la familia. Además agradecen por todos los mensajes de “amor y apoyo” recibidos, pidiendo que se respete su privacidad en estos momentos difíciles.
Aunque su salud había empeorado hace unos meses, las alarmas de su delicado estado se encendieron la mañana del lunes pasado, cuando distintos medios estadounidenses señalaron que la artista encontraba muy grave, acompañada de toda su familia aguardando “el final inminente”.
Aunque había anunciado sus planes de retirarse el año pasado, Franklin decidió cancelar sus presentaciones en directo a principios de 2018, cuando los médicos le aconsejaron guardar reposo absoluto, dejando en claro que actuaría solo en “algunas cosas selectas”.
Nacida el 25 de marzo de 1942 en Memphis, la reina del soul fue hija de un conocido reverendo y comenzó a cantar en el coro de la iglesia de su padre, junto a sus hermanas, estremeciendo la escena musical en la década de los 60 con éxitos que hoy son leyenda, como Respect o (You make me feel) A natural woman.
Aretha Franklin, también apodada “Lady Soul” además de ser una de las más grandes exponentes del góspel también se distinguió como una activista de los derechos raciales y de la liberación femenina en su país.
La intérprete se convirtió en símbolo feminista gracias a Respect. Tema que realmente había sido escrito y grabado por Otis Redding, pero en la versión de la reina del soul publicada en 1967, con apenas algunos coros adicionales y un carácter especial en la interpretación y los arreglos, le dio un sentido de reclamo de género que carecía el tema original
Franklin, que entre los múltiples galardones que obtuvo la revista Rolling Stone la colocó en 2008 en el primer lugar de los ‘Los 100 cantantes más grandes de todos los tiempos’, actuó en directo por última vez para la fundación contra el SIDA del cantante británico Elton John, el 2 de noviembre de 2017.
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