El nuevo fenómeno, denominado “dismorfia de Snapchat”, se trata de pacientes que buscan realizarse una cirugía estética para lucir como sus selfies filtradas
Investigadores del Departamento de Medicina de la Universidad de Boston, Estados Unidos, han externado su preocupación por el incremento en las cirugías plásticas por parte de jóvenes que quieren lucir como algunos de los filtros de Snapchat.
El incesante bombardeo de “belleza” que se comparte a través de fotografías retocadas por filtros en las principales redes sociales, Facebook, Instagram y Snapchat, ha producido un impacto tal en los jóvenes que cada día llegan más a los consultorios estéticos buscando realizarse operaciones que los hagan lucir tan “perfectos” como estas aplicaciones.
A través de un estudio publicado en la revista JAMA Facial Plastic Surgery, el 50% de los especialistas han reportado recibir pacientes que quieren operarse para lucir como las fotos con “filtro” de sí mismos.
“Los cirujanos plásticos identificaron esta tendencia por primera vez Encuesta Americana Anual de Cirugía Facial, Plástica y Reconstructiva realizada en el 2017. Los datos mostraban que el 55% de los cirujanos informaron haber visto pacientes que solicitaban una cirugía para parecerse a sus “selfies”, donde hubo un aumento del 42% en el 2015”, explica el estudio.
Igualmente, sus autores agregan que la popularidad de las “selfies” también han cambiado las preocupaciones que las personas muestran frente a sus rostros, ya que antes buscaban hacerse una rinoplastia para quitarse la joroba que tenían en su nariz, mientras hoy hay más inquietud por tener asimetría nasal y facial.
“Anteriormente, los pacientes traían imágenes de celebridades a consultas para emular sus atractivas características. El nuevo fenómeno, denominado “dismorfia de Snapchat” se trata de pacientes que buscan cirugía estética para lucir como versiones filtradas de sí mismos, con labios más llenos, ojos más grandes o una nariz más delgada”.
“Es una tendencia alarmante porque las “selfies” con filtros a menudo presentan una imagen inalcanzable, una fantasía para los pacientes”, continúa el estudio.
Ante esto, los investigadores de la universidad de Boston recomiendan que no se haga ningún tipo de cirugía, pues usualmente suele tratarse de personas con un desorden dismórfico del cuerpo avanzado que deben ser manejadas con terapia psicológica.
La alerta que lanzan los cirujanos plásticos de Estados Unidos, sin duda, es una sobre el mal o excesivo uso que se les está dando a las redes sociales.
Las ‘selfies’ filtradas pueden tener efectos nocivos en adolescentes o aquellos con un desorden dismórfico del cuerpo porque estos grupos puede internalizar más severamente este estándar de belleza.
“Es importante que los médicos entiendan las implicaciones de las redes sociales en la imagen corporal y la autoestima para tratar y aconsejar mejor a sus pacientes”, concluyen los expertos.
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