La presencia del sargazo afecta además a los prestadores de servicios turísticos que atienden a los vacacionistas; a los pescadores y a los particulares que poseen yates o veleros
Algunas costas del Caribe por estos días no lucen sus famosas aguas color turquesa.
En las playas tampoco se ve la arena blanca, ahora se tiñe de marrón y un olor fétido ahuyenta a los turistas.
Y este panorama, aunque es el más llamativo, quizás no es la peor parte del problema.
paisaje y sepultando las ganas de los turistas para entrar al lugar.
sus embarcaciones quedan en algunos puntos, estancadas entre el sargazo, se les dificulta zarpar o retornar al puerto.
de ancho, que varía dependiendo del tramo de costa y se distingue al imprimir un tono de ocre más intenso u oscuro al litoral.
quintanarroense del Sistema Arrecifal Mesoamericano (SAM), el segundo arrecife más grande del mundo, después de la Gran Barrera Australiana, y podría convertirse en un “desastre ecológico” y
económico, de acuerdo con la doctora Brigitta van Tussenbroek.
El gobierno del estado hace frente a la contingencia
La presidenta municipal, Laura Fernández Piña, ha destacado que el trabajo coordinado con el Gobierno del Estado, por conducto de la Secretaría de Ecología y Medio Ambiente (SEMA) ha permitido hacerle frente a la contingencia provocada por el arribo masivo de sargazo a las playas de Puerto Morelos.
En la víspera de la firma de creación del Protocolo Puerto Morelos, organismo que está integrado por autoridades de los tres órdenes de gobierno, empresarios, especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), biólogos, transportistas, ciudadanos en general y el Parque Marino Arrecife de Puerto Morelos, entre otros, dijo que no se bajará la guardia mientras dure la contingencia.
El Protocolo Puerto Morelos es una iniciativa que surge de un fin común, que es conservar y proteger las playas del destino, por lo que se crearon vocalías de seguimiento, para coordinar acciones que permitan hacerle frente al arribo masivo de sargazo, que se ha vuelto cíclico en las costas del Caribe.
Por su parte, Juana Chacón Canché, directora de Limpieza de Playas, informó que con el apoyo de dos volquetes proporcionados por la SEMA, este fin de semana se retiraron 25 toneladas de sargazo que se habían acumulado lejos de la orilla de la playa, y que estaban listas para su transportación.
El sargazo llega a niveles históricos
La superficie que actualmente abarca el sargazo en las costas del Mar Caribe se incrementó en 33.3 por ciento con respecto a julio de 2015, año que tenía el récord en producción de la macroalga.
De acuerdo con un estudio de la Universidad Internacional de Florida, elaborado con apoyo de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA) y actualizado al 2 de agosto, la presencia del sargazo en el Atlántico alcanzó el mes pasado unos 2 mil 800 kilómetros cuadrados.
La extensión de lo que ahora flota en altamar -y que se origina en las costas de Brasil- es equivalente al doble de toda la extensión de la Ciudad de México.
“Julio ha sido el mes más alto en los últimos tres años, y ahora se espera que para los siguientes meses estará llegando a Quintana Roo muchísimo más sargazo”, ha dicho Rosa Rodríguez Martínez, investigadora del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM.
En julio de 2015, cuando se registró el mayor repunte en el crecimiento de la macroalga, el volumen apenas alcanzaba los mil 200 kilómetros cuadrados.
El 2018 comenzó únicamente con 200 kilómetros cuadrados de la macroalga, pero en abril eran mil kilómetros cuadrados y en mayo se duplicó.
¿Qué hacer con él?
Luego de las más recientes invasiones, se han aprendido varias lecciones para lidiar con el sargazo y en algunos casos existen lineamientos sobre cómo removerlo.
En Barbados, por ejemplo, los tractores usados para cargar caña de azúcar en camiones han demostrado ser buenos para recoger el sargazo sin retirar la arena de las playas.
En Guadalupe, una compañía desarrolló un bote que recoge el sargazo con un sistema de cinta transportadora.
En México, se instaló una mesa de trabajo conformada por entidades del gobierno y el sector privado para recogerlo y retirarlo de manera segura.
Una de sus estrategias es instalar barreras dentro del mar, similares a las que se usan para detener derrames de petróleo.
A su vez, algunas personas intentan encontrarle un uso comercial.
En Barbados se está llevando a cabo un proyecto de fertilización y en México, un grupo de jóvenes convierten al sargazo en productos amigables con el medio ambiente.
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