Varios milicianos han atacado este martes un edificio gubernamental al este de Afganistán, y mantienen secuestradas a decenas de personas en el interior del inmueble, han informado las autoridades locales
Un grupo de hombres armados asaltó el martes un edificio gubernamental al este de Afganistán, y tomó a decenas de rehenes después de que un suicida se inmoló en la entrada, dijeron autoridades y testigos.
No hubo una reivindicación inmediata del ataque registrado en la ciudad de Jalalabad, aunque los talibanes emitieron un comunicado negando su participación.
Un transeúnte llamado Obaidullah dijo que el ataque del martes comenzó cuando un vehículo negro con tres ocupantes se detuvo en la entrada de un edificio utilizado por el departamento de refugiados y un hombre armado salió disparado a su alrededor.
Un asaltante se inmoló en la puerta y dos hombres armados entraron en el edificio, situado en una zona cercana a tiendas y oficinas gubernamentales, agregó. Minutos después, el automóvil explotó e hirió a personas en la calle, dijo Obaidullah.
Ocho heridos fueron llevados a los hospitales de la ciudad, dijeron las autoridades, pero dado que todavía hay enfrentamientos, es probable que aumente el número de víctimas. Mientras las fuerzas de seguridad de Afganistán acordonaban el área se escucharon disparos y lo que parecían ser explosiones de granadas de mano.
Sohrab Qaderi, un miembro del consejo provincial local, dijo que unas 40 personas parecían estar atrapadas dentro del edificio, que se incendió en el inicio del ataque.
Aunque no está claro si existe alguna conexión directa con este hecho, los atentados del grupo yihadista Estado Islámico se han intensificado en el país. Los ataques se han concentrado en Jalalabad, la principal ciudad de la provincia de Nangarhar, en la frontera de Afganistán con Pakistán, donde aparecieron los combatientes de Estado Islámico por primera vez hacia fines de 2014.
Afganistán vive una situación de inestabilidad política, social y de seguridad a raíz de los ataques que lanza el Talibán y, desde 2015, el grupo terrorista Daesh (autodenominado Estado Islámico), ambos prohibidos en Rusia, pese a la presencia militar de EEUU y otros países.
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