La Policía informó que los hermanos habrían tenido hospitalizada a su madre en la clínica, pero, al parecer, ella falleció debido a una mala práctica
Las dos explosiones que quebraron la tranquilidad de la clínica Ricardo Palma, en San Isidro, fueron planeadas y ejecutadas por los hermanos Claudia y Lenín Benites Aguirre empujados por la venganza, pues culpan a este centro de la muerte de su madre.
La Policía informó anoche que los hermanos habrían tenido hospitalizada a su madre en la clínica, pero, al parecer, ella falleció debido a una mala práctica, por lo que entablaron un proceso judicial.
Ellos son dos de los 20 heridos por las detonaciones. Ambos se encuentran internados con graves lesiones, ya que recibieron el impacto de la detonación muy cerca.
Lenín resultó con heridas en el rostro, cuello y toráx, y una mujer, además de eso, tiene afectadas las piernas. Claudia estaba cerca del laboratorio donde explotó el artefacto.
“Él portaba, increíblemente, un chaleco antibalas, lo que hizo presumir que era el autor del hecho”, detallaron.
El ministro del Interior, Mauro Medina, descartó que se trate de un atentado terrorista. Recalcó que es un “acto criminal”.
Explicó que los atacantes no usaron explosivos de alta gama, y que si ese hubiera sido el caso, los daños habrían sido mayores, pues las explosiones se produjeron en un área cercana a un laboratorio, donde había pacientes en espera.
La Policía indicó que los hermanos usaron, según los restos recogidos, la pólvora de al menos 21 cartuchos del explosivo conocido como ‘rata blanca’ para fabricar las bombas caseras que usaron en el ataque.
Las detonaciones ocurrieron aproximadamente a las 10:00 horas. Una se produjo en el segundo sótano, que funciona como estacionamiento, y la segunda, en la puerta de los servicios higiénicos, junto al laboratorio.
El jefe de la Región Policial Lima, general Gastón Rodríguez Limo, informó que en el lugar se hallaron retazos de tela de mochilas, en las probablemente se habrían trasladado los explosivos.
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