“Me percaté desde que lo ví que drogadicto no era. Por su lenguaje corporal, me di cuenta que no era agresivo”, señaló la mujer que lo ayudó
En Perú, un sorprendente caso de localización de un joven argentino que permaneció 15 años desaparecido, ha causado revuelo internacional.
El 14 de enero de 2003, Ariel Alberto Nacer, de apenas 15 años, salió de su domicilio en su natal Argentina sin saber que nunca más volvería a su vida como la conocía.
A más de una década de su desaparición, el joven fue encontrado por una mujer en una calle del cenrto de Lima viviendo como indigente.
Florence Arce Ross fue la mujer que por alguna razón que aún no logra explicar, se acercó al joven para ofrecerle una moneda y grabarlo, mientras le preguntaba acerca de su vida.
El individuo solo logró identificarse como Ariel, sin poder recordar su apellido, y decir que vivía en Chincha, pero fue su rostro golpeado, tímido y su acento argentino los que hicieron que Florence lo llevara a la estación de policía para ayudarlo.
“Me percaté desde que lo ví que drogadicto no era. Por su lenguaje corporal, me di cuenta que no era agresivo. Estaba muy calmado, tenía mucha ternura en su cara. No tuve temor de acercarme a él por eso. Tenía miedo que no me respondiera nada, porque también podía pasar”, comentó en una entrevista con los medios argentinos.
Ya en la comisaría lo ayudaron a bañarse y le dieron una muda de ropa limpia para trasladarlo al consulado argentino en Perú, donde pudo ser identificado como Ariel Alberto Nacer.
El cómo después de 15 años había llegado hasta otro país, y el porqué de su deplorable estado físico y mental, sigue siendo un misterio.
La embajada desde entonces ha publicado un comunicado a través de su cuenta oficial de Facebook, declarando que “será el Consulado General quién adoptará los pasos necesarios para preservar su salud y retornarlo con sus seres queridos”.
De acuerdo con Florence, parece que la madre de Ariel se encuentra inestable con respecto a su salud mental, y de sus tres hermanos, solo han logrado contactar al menor, el cual tiene solamente 18 años.
Lo más extraño del caso, es que aparentemente en una ocasión anterior, Ariel ya había viajado a su natal Argentina, e incluso hace poco estuvo en Bolivia, pero sin ningún tipo de documentación, y con las dificultades del joven para comunicarse con las personas, se desconoce cómo fue posible.
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