Kylian está llamado a ser la próxima estrella futbolista en desplazar a nombres como Ronaldo o Messi, se forjó en las canchas de Bondy, uno de los suburbios franceses más alejados de las bellezas francesas más conocidas
Luego de su destacada participación en el Mundial Rusia 2018, donde marcó cuatro goles y se consagró campeón a los 19 años, Kylian Mbappé, la joven estrella del PSG hizo un anuncio ejemplar: decidió donar sus ganancias económicas por levantar la Copa a Premiers de Cordee, una organización benéfica que brinda instrucción deportiva gratuita a niños hospitalizados y discapacitados.
La decisión ya había sido tomada el 29 de junio, pero en aquel momento aún no se contaba con los más de 300.000 euros adicionales que Mbappé ganó por proclamarse campeón del mundo.
Sebastien Ruffin, gerente general de esta organización, destacó que “Kylian es una gran persona”, y contó que “cuando su agenda lo permite, participa con nosotros con mucho gusto”. Ruffin agregó que el delantero “tiene una relación muy buena con los niños y siempre encuentra las palabras correctas para alentarlos”.
Kylian está llamado a ser la próxima estrella futbolista en desplazar a nombres como Ronaldo o Messi, se forjó en las chanchas de Bondy, uno de los suburbios franceses más alejados de las bellezas francesas más conocidas.
A 10 kilómetros de París, las calles de este barrio están llenas de violencia y pobreza para la comunidad mayoritariamente inmigrante que lo habita, un viajero proveniente de Camerún llamado Wilfred decidió que esa violencia nunca tocaría a su hijo Kylian a quien entrenó en el futbol para alejarlo de las malas influencias.
Su madre Fayza Lamari, de origen argelino, había sido jugadora de balonmano por lo que entendía la importancia del deporte en la formación de un pequeño.
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