Aunque a veces olvidamos que los artistas son personas como nosotros, sus últimas palabras revelan lo cotidiana que ellos también vivieron la vida
Siempre pensamos que en nuestro fin de esta tierra debemos decir palabras que trasciendan la historia y que compartan algo de nuestro legado.
No obstante, la muerte es tan sorpresiva para todos que muchas veces no da tiempo de decir algo profundo y filosófico, sino tan sólo frases casuales que quienes te rodean jamás pudieron pensar serían las últimas que te escucharían decir.
Aquí te presentamos las últimas palabras de siete famosos:
“Voy al baño a leer” – Elvis Presley
El 16 de agosto de 1977, la muerte de Elvis Presley, de 42 años, estremeció al mundo entero no sólo por su juventud sino por las circunstancias que la rodearon.
Los últimos cuatro años en la vida del Rey, desde el divorcio de su esposa Priscilla habían sido una constante caída libre. Estaba descontrolado y cuando no se encontraba inmerso en una de sus constantes giras o derrochando dinero en joyas y coches para sus amigos, se quedaba encerrado en su habitación, durmiendo o leyendo libros de numerología y espiritualidad.
Además del evidente sobrepeso que padecía, también tenía problemas intestinales, hígado graso, hipertensión y principio de glaucoma. Para combatirlos, y para poder conciliar el sueño, tomaba enormes cantidades de sedantes, analgésicos y estimulantes.
La víspera de su muerte, Elvis tocó un poco el piano en su sala mientras intentaba conciliar el sueño, tomó sus medicamentos y se fue a dormir. A las ocho de la mañana se levantó de la cama y le dijo a su novia Ginger Alden, de 20 años, “Me voy al baño a leer”, a lo que ella respondió: “Ok, pero no te quedes dormido” volviéndose a acostarse.
Hacia las dos de la tarde, Ginger se dio cuenta de que no había visto salir a Presley del cuarto de baño por lo que entró y lo encontró tumbado en el suelo, con los pantalones de la pijama hasta los tobillos y el rostro enterrado en un charco de vómito.
El informe forense señaló que pese a que el corazón no había fallado, lo tenía dilatado, y el intestino grueso presentaba una obturación por materia fecal; por lo que era probable que hubiera muerto mientras hacía fuerza en el retrete, aunque el informe del laboratorio encontró 14 medicamentos distintos en el cuerpo de Elvis, 10 de ellos en cantidades importantes.
“Estoy perdiendo” – Frank Sinatra
El cantante Frank Sinatra murió a los 82 años en West Hollywood, California, el 14 de mayo de 1998, debido a un ataque cardíaco.
El intérprete conocido por su sobrenombre “La Voz” había empezado a demostrar algunos signos de demencia en sus últimos años, y después de un primer ataque al corazón en 1997, Sinatra no volvió a hacer apariciones públicas.
El 14 de mayo, luego de sufrir otro ataque al corazón, el cantante fue trasladado al Centro Médico Cedars-Sinai por su esposa Bárbara quien permaneció a su lado hasta su deceso.
Durante su estancia Bárbara lo animó a seguir luchando la batalla de la vida, a lo que el intérprete de “New York” le respondió “Estoy perdiendo”.
La causa oficial de su muerte fue catalogada como complicaciones de demencia, enfermedad del corazón y cáncer de riñón y vejiga.
Sinatra fue sepultado al lado de sus padres en el Desert Memorial Park de Cathedral City, en California; y la leyenda cuenta que fue enterrado con un traje azul, una botella de whisky Jack Daniel’s y una moneda de diez centavos, regalo de su hija Tina, junto con una tarjeta que decía “Dulces sueños, Papá – búscame.”
El detalle de los diez centavos se remontaba al secuestro de su hijo, Frank Sinatra Jr, ya que una de las exigencias de los secuestradores fue que las negociaciones se hicieran a través de una cabina telefónica.
En su lápida se encuentra impresa la frase “The Best Is Yet to Come” (“Lo mejor está por venir”).
“Bebe para mí.” – Pablo Picasso
El famoso pintor, padre del cubismo, falleció el mediodía del 8 de abril de 1973 en Francia, a causa de un edema pulmonar consecuencia de una gripe mal curada, en su casa de Mougins.
Una versión afirma que fue durante una fiesta en donde se encontraba rodeado de sus amigos y su esposa, que le dijo a una de las mujeres presentes “Bebe para mí” y le compartió una copa de vino tinto.
Posteriormente el pintor se retiró a sus aposentos y no volvió a ver la luz del sol.
Su cuerpo fue enterrado en el parque del castillo de Vauvenargues (Bouches-du-Rhone).
“Finalmente veré a Marilyn”. Joe DiMaggio
Casado con Marilyn Monroe, citado por Ernest Hemingway como uno de sus ídolos, cantado por Simon & Garfunkel, Joe DiMaggio fue considerado por mucho tiempo como uno de los mejores jugadores de béisbol de la historia.
Cimentó su leyenda con los Yanquis de Nueva York y falleció de cáncer pulmonar a los 84 años el 8 de marzo de 1999, en Hollywood, Florida.
Según un artículo publicado en el mes de septiembre de 1999 en la Revista Vanity Fair, varias personas que lo acompañaron en sus días finales antes de fallecer, declararon que el último pensamiento de Joe fue dirigido a la mujer de su vida y constantemente aseguraba que se reencontraría con ella en el más allá.
Su abogado, Morris Engelberg, dijo que las últimas palabras de DiMaggio antes de morir fueron: “Finalmente voy a poder ver de nuevo a Marilyn”.
En el momento de su muerte, se encontraba junto al célebre beisbolista, su hermano Dominick, sus dos nietos y dos amigos de toda la vida, Engelberg y Joe Nacchio.
“Oh wow. Oh wow. Oh wow.” – Steve Jobs
El cofundador de Apple, Steve Jobs, lamentó al final de su vida haber rechazado los tratamientos convencionales y la cirugía para su cáncer que lo llevaron a su muerte el 5 de octubre, a los 56 años de edad.
De acuerdo con el autor de su biografía, Walter Isaacson, Jobs murió después de una prolongada batalla contra el cáncer en donde retrasó una cirugía contra el cáncer durante nueve meses luego de que le informaran en octubre de 2003 que tenía un tumor neuroendocrino, un tipo poco común de cáncer pancreático que generalmente crece más lento y es por lo tanto más fácil de tratar.
Jobs intentó llevar una dieta vegana, acupuntura, remedios de herbolaria y otros tratamientos que encontró en Internet, e incluso consultó a un psíquico.
También siguió los consejos de un médico que tiene una clínica donde se le aplican dietas a base de jugos, limpieza de intestinos y otros métodos, detalla la biografía, hasta que finalmente se rindió a la cirugía en julio de 2004.
“En verdad no quería que me abrieran el cuerpo, así que traté de ver si otras cosas podrían funcionar”, le dijo Jobs a Isaacson unos años después, con un ligero arrepentimiento.
Cuando la lucha de Jobs con el cáncer de páncreas dio un giro negativo, llamó a su hermana y le pidió que se diera prisa para llegar a su hogar en Palo Alto, California.
Su tono de voz era el de “una persona cuyo equipaje ya estaba en el auto, que estaba ya en el comienzo de su viaje, aunque él lo lamentaba, realmente lamentaba profundamente”, el hecho de dejarnos.
Con su familia a su lado las últimas palabras de Steve fueron: “Oh wow. Oh wow. Oh wow”.
“Espero que la salida sea alegre y espero no volver jamás”. Frida Kahlo
En 1953, un año antes de su muerte, se realizó la única exposición individual de Frida Kahlo dentro de México.
La exposición se dio en la Galería de Arte Contemporáneo de Ciudad de México, cuando la salud de Frida estaba muy deteriorada por lo que sus médicos le prohibieron terminantemente concurrir a dicha exposición.
No obstante, la pintora llegó a bordo de una ambulancia en una cama de hospital al museo, en donde Frida cantó, bebió, y hasta contó chistes en un éxito total.
Ese mismo año Frida sufrió la amputación de su pierna, justo debajo de la rodilla, debido a una infección de gangrena lo que la sumergió en una gran depresión con varios intentos fallidos de suicidios.
Durante los últimos meses de vida, la pintora escribía en su diario explícitamente acerca de sus ideas suicidas. Narraba cómo padecía los dolores físicos y psíquicos de los últimos meses después de la pérdida de su pierna, y explicaba que solo continuaba viviendo por Diego Rivera.
El 13 de julio finalmente la muerte alcanzó a una de las mayores representantes del folklor mexicano en su Casa Azul. La causa de su muerte fue oficialmente “embolia pulmonar” aunque por mucho tiempo hubo sospechas de que hubiese sido suicidio, pero nunca se pudo confirmar.
En su última entrada de su diario se puede leer: “Espero alegre la salida y espero no volver jamás”.
Su cuerpo fue incinerado en el Crematorio Civil de Dolores y sus cenizas se conservan en la Casa Azul de Coyoacán, el lugar que también la vio nacer y que es un museo referente para los turistas nacionales e internacionales.
“Me dieron” – John Lennon
La tarde del 8 de diciembre de 1980, a las 5:00 p.m., John Lennon y Yoko Ono abandonaron el departamento donde vivían en New York para mezclar la pista “Walking on Thin Ice”, una canción de Yoko Ono con Lennon en la guitarra principal.
Mientras ellos caminaban hacia su limosina, fueron rodeados por fanáticos, entre éstos, Mark David Chapman de 25 años, originario de Hawaii, quien silenciosamente le entregó a Lennon una copia de Double Fantasy, y Lennon lo firmó. Tras hacerlo, Lennon cortésmente le preguntó, “¿Es todo lo que quieres?”, y Chapman asintió. El fotógrafo y fan de Lennon, Paul Goresh, tomó una foto del encuentro.
A su regreso, aproximadamente a las 10:50 p.m., ambos bajaron de su limosina sobre la calle, a pesar de que el coche podría haber ido hacia el patio, para volver a saludar a los fans que habían esperado fuera por tanto tiempo.
Ono caminó delante de Lennon hacia la recepción momento en el que Chapman aprovechó para disparar cinco balas de punta hueca hacie el ex Beattle.
Dos de esos tiros impactaron en el lado izquierdo de su espalda y dos más penetraron por su hombro izquierdo. Las cuatro balas infligieron graves heridas, con al menos una de ellas perforando su aorta.
Lennon subió cinco peldaños hacia el área de seguridad, dijo “Me dieron” y se desplomó. El conserje Jay Hastings cubrió a Lennon con su uniforme, y le quitó las gafas; luego llamó a la policía.
En el exterior, el portero Perdomo le quitó la pistola de la mano a Chapman y la pateó lejos de la acera, mientras le gritaba “¿Te das cuenta de lo que has hecho?”, a lo cual Chapm: “Sí, acabo de disparar a John Lennon”.
Cuando el cantante llegó al Hospital Roosevelt ya no tenía pulso y no respiraba, le abrieron el pecho e intentaron hacer un masaje cardíaco manual para restablecer la circulación, pero el daño en los vasos sanguíneos alrededor del corazón era demasiado grande al perder más del 80% del volumen sanguíneo.
Al día siguiente, Yoko emitió una declaración: “No hay ningún funeral para John. John amó y rezó por la raza humana. Por favor, hagan lo mismo por él. Con cariño, Yoko y Sean”.
John Lennon fue cremado y sus restos entregados a su esposa quien hasta la fecha no ha revelado dónde los depositó.
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