Aún el “trabajo de tus sueños” tiene límites de fecha estresantes, expectativas de desempeño y otras responsabilidades. Para algunos, el estrés es el motivador que asegura que las cosas se hagan
El trabajo y nuestra carrera es una parte importante de la vida. Además de proveer ingresos, nos ayuda a lograr nuestras metas personales, construir nuestros grupos sociales y servir a nuestra comunidad. También es una fuente principal de estrés emocional.
Aún el “trabajo de tus sueños” tiene límites de fecha estresantes, expectativas de desempeño y otras responsabilidades. Para algunos, el estrés es el motivador que asegura que las cosas se hagan.
Sin embargo, el estrés en el lugar de trabajo puede fácilmente abrumar tu vida. Puedes preocuparte continuamente sobre un proyecto particular, sentirte tratado injustamente por un supervisor o compañero de trabajo, o aceptar a sabiendas más de lo que puedes manejar con la esperanza de recibir un ascenso. El anteponer tu trabajo antes que todo lo demás puede también afectar tus relaciones personales, añadiendo más presión relacionada con el trabajo.
Despidos, reestructuraciones, o cambios en la gerencia, pueden aumentar la ansiedad respecto a la seguridad en el empleo. Por ejemplo, un estudio noruego demostró que el mero rumor del cierre de una planta, causó un rápido aumento en la presión y el pulso de los trabajadores. Por otro lado, investigaciones en Estados Unidos revelan que los daños y accidentes en el trabajo tienden a aumentar cuando las organizaciones se encuentran en procesos de reducción de personal.
Las consecuencias físicas
Junto con la carga emocional, el estrés relacionado al trabajo por un periodo prolongado puede afectar drásticamente su salud física. La preocupación constante con las responsabilidades del trabajo muchas veces nos dirige a tener hábitos de alimentación erráticos y a no hacer suficiente ejercicio, resultando en problemas de obesidad, presión alta y altos niveles de colesterol.
Estresantes comunes en el trabajo como la percepción de tener una compensación baja, y trabajar largas horas, puede también acelerar el comienzo de la enfermedad del corazón, incluyendo la probabilidad de sufrir un ataque al corazón.
¿Qué pasa con la mente?
Frecuentemente el estrés en el trabajo causa extenuación, que puede llevar a la depresión, la cual a su vez, se ha relacionado con otros problemas de salud como enfermedades coronarias, apoplejías, obesidad, desórdenes de la alimentación, diabetes, y algunas formas de cáncer.
¿Cómo lidiar con el estrés laboral?
Para lidiar con el estrés de una forma efectiva es importante tomar las siguientes medidas:
1. Identifica la causa de tu estrés. Este es el primer paso y el más importante, una vez que sepas qué situaciones laborales te causan estrés y cómo respondes a ellas, más fácil será combatirlo.
Trata de tener un diario o bloc de notas donde diariamente anotes tus pensamientos, sentimientos, las informaciones sobre tu alrededor incluyendo personas y circunstancias, cómo te sientes física y mentalmente y cómo reaccionas ante las distintas situaciones. Eso te permitirá identificar qué situaciones te crean estrés y cómo reaccionas ante ellas.
2. Crea un horario equilibrado. Cuanto más organizado seas, menos estrés laboral sufrirás. Y para ello es fundamental que crees un horario equilibrado donde dejes tiempo para el trabajo sin olvidar que tienes una vida.
Piensa que en el mundo actual de las relaciones digitales es muy fácil sentirse angustiado ante la posibilidad de estar 24 horas al día disponible para tus clientes, así que establece un horario firme ¡y respétalo! al mismo tiempo que te fijas algunos límites entre trabajo y vida personal.
Por ejemplo, nunca trabajes fuera de las horas que te marques, evita la multitarea, establece un día libre de reuniones y ponte pequeñas normas como nunca consultar el e-mail fuera de tu espacio de trabajo.
3. Planea descansos regulares. Asegúrate de tomar descansos cortos durante el día para despejar tu mente de las tareas pendientes y así alejar el estrés.
Cada tanto aléjate de tu escritorio, masajea tus hombros y cuello, estírate, da unos pasos, toma un poco de agua, sal a la calle y respira aire fresco, habla con alguien con quien te guste hablar, tómate unos minutos para meditar… ¡Lo que sea!
4. Organiza tu espacio de trabajo. Es cierto que ya sea como emprendedor o freelancer tienes la libertad de trabajar desde donde quieras, pero eso no significa que no tengas que tener un espacio de trabajo ordenado y que te ayude a ser más creativo y productivo.
5. Prioriza tareas. Haz una lista de las tareas que tienes por hacer día a día y ordénalas por importancia: primero los elementos de alta prioridad, después los de prioridad media y después los de baja importancia. Y si tienes algo desagradable que hacer, hazlo en primer lugar: el resto del día será más agradable.
6. ¡Divide! Muchas veces, menos es más. Muchas veces seguramente te habrás estresado al ver un proyecto grande y concebirlo como “un todo”. Eso es un error que probablemente te hará sentir estresado.
Si un proyecto grande te parece abrumador, divídelo en pequeñas partes. Céntrate en un solo paso a la vez en lugar de tomarlo como un todo y te saldrá todo mejor al mismo tiempo que sientes como el estrés laboral se marcha.
7. Delega responsabilidades. No tienes por qué hacer tú todo el trabajo, a menos que quieras sentirte fatigado, cansado y estresado. Así que siempre que sea posible, delega y deja que alguien más se ocupe de esas tareas o proyectos.
Si eres emprendedor, define qué proyectos o tareas quedan por terminar y, si no es posible terminarlas, delégalas.
Si eres freelancer, intenta no aceptar más trabajo del que eres capaz de soportar, y si aún así lo hiciste y te comprometiste, busca ayuda.
8. Cuida lo que comes
¿Sabías que hay alimentos que pueden hacer que te sientas estresado? Para que eso no ocurra, intenta mantener una dieta equilibrada: tener los niveles de azúcar bajos puede causar ansiedad, estrés e irritación, mientras que comer abundantemente y seguido así como tomar demasiada comida grasosa puede hacerte sentir cansado y fatigado.
Apuesta por hacer comidas pequeñas pero frecuentes; eso te ayudará a tener los niveles de azúcar en sangre equilibrados, te aportará energía y concentración, y evitará los cambios de humor como consecuencia del estrés.
9. ¡Muévete! No es ningún secreto: el ejercicio físico es un potente calmante del estrés.
Así que resérvate al menos 30 minutos al día para salir a caminar, correr, nadar, practicar tu deporte favorito, hacer yoga o para ir al gimnasio… ¡Notarás la diferencia!
Y es que está demostrado que el ejercicio aeróbico no solamente aumenta el ritmo cardíaco y te hace sudar, sino que además levanta el ánimo, aumenta la energía, mejora el enfoque y relaja la mente y el cuerpo.
10. Duerme lo suficiente. Descansar las horas necesarias es fundamental para tener una vida laboral alejada del estrés. Cuando duermes las horas necesarias es mucho más fácil mantener el equilibrio a lo largo del día y hacer frente al estrés, así que trata de mejorar la calidad de tu sueño dejando el trabajo en la oficina y dándole a tu noche las horas de sueño que tu mente y tu cuerpo necesitan para funcionar al 100 por ciento.
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