El enviado del Papa a Chile, Charles Scicluna declaró en calidad de testigo en el marco de las indagatorias por los abusos sexuales que se han cometido al interior de la Iglesia Católica chilena, antes de regresar a Roma
El enviado del Papa a Chile, Charles Scicluna, declaró el martes ante la policía en calidad de testigo por los casos de abusos sexuales cometidos por miembros del clero, en una diligencia realizada en el aeropuerto de la capital justo antes de viajar de regreso a Roma.
La declaración de Scicluna ocurre en momentos en que la Iglesia Católica se ha comprometido a una mayor colaboración con la justicia civil, que indaga una serie de acusaciones contra religiosos.
“Se coordinó una entrevista con monseñor Charles Scicluna, lo cual se llevó a cabo en dependencias de la oficina de investigaciones en el aeropuerto previo a su viaje”, dijo a periodistas el fiscal Raúl Guzmán.
El persecutor lidera una pesquisa por los abusos al interior de la Congregación de los Hermanos Maristas, en la que ya se han identificado al menos 30 víctimas y 25 personas están siendo investigadas para determinar si sus supuestos delitos preescribieron o corresponde iniciar una acción penal.
El interrogatorio fue antecedido por un balance que realizaron Scicluna y el sacerdote español Jordi Bertomeu de su visita de una semana al país, donde buscaron conocer más sobre decenas de casos y brindar ayuda “técnica y jurídica” a diócesis por denuncias de delitos sexuales y encubrimientos.
Scicluna dijo que la decisión de entregar a la justicia local un extenso informe sobre testimonios y casos -elaborado en un anterior viaje al país- es una potestad exclusiva del Papa Francisco.
Los enviados papales, expertos en temas de abusos, se reunieron durante su visita con el jefe de la Fiscalía, Jorge Abbott, para establecer una mayor colaboración tras denuncias y remociones de obispos.
La policía, en tanto, estaría preparando una petición al Vaticano para acceder a los informes que Scicluna entregó al Papa luego de visitar el país en febrero y elaborar un documento de más de 2.000 páginas.
Al ser consultado sobre si el Vaticano entregaría su informe a los fiscales en Chile o lo harían público, Scicluna dijo que eso correspondía a una decisión del Papa.
“El informe no es mío, es del Papa Francisco (…) que como pastor de una Iglesia tiene jurisdicción”, dijo Scicluna a periodistas. “Hay que respetar no solamente la libertad de la autonomía de la Iglesia, mas también el foro de conciencia del Santo Padre”, agregó.
Con todo, Scicluna aclaró que las investigaciones o informes de la Iglesia no deben ser un freno para las indagatorias de la justicia civil, la que se fijó plazo hasta el viernes para -a través de fiscales- elaborar un catastro en todo el país de las denuncias de abusos.
“La idea es que, una vez consolidados los mismos (casos en un catastro), podamos pedir información a la Iglesia Católica y al Vaticano en particular a través de un requerimiento de cooperación internacional”, dijo Abbott a periodistas tras participar en reunión con el presidente Sebastián Piñera.
La semana pasada y en plena visita de los enviados, la policía de Rancagua -al sur de la capital chilena- incautó hace unos días por orden de la fiscalía archivos y expedientes desde las oficinas de la diócesis de esa ciudad por denuncias de abusos por parte de un grupo de sacerdotes.
“Nos parece importante hacer las investigaciones para poder establecer la existencia de los hechos, reparar a las víctimas y también poder establecer si es que hay alguna interrupción de prescripción (por la antigüedad de muchos casos) que nos permita llevar adelante estas investigaciones”, dijo Abbott.
En el caso de Rancagua ya se suspendió a 14 religiosos para determinar si incurrieron en “conductas impropias”. En otros dos, la iglesia suspendió el lunes a un pastor en la austral región de Aysén, y el obispo de la ciudad sureña de Temuco confirmó sanciones a un sacerdote.
Para tratar más expeditamente estos casos, Scicluna confirmó la creación de una oficina transitoria para recibir denuncias contra miembros del clero, la que estará integrada por laicos y el Consejo Nacional de Prevención de Abusos de la Conferencia Episcopal.
Imagen: @episcopado_cl
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