Sin arriesgar a la víctima, la cual fue liberada tras el pago de un rescate, los agentes antisecuestro se dedicaron a analizar vínculos de llamadas y los números que se ligaban al teléfono del negociador
El secuestro es uno de los delitos que deja más secuelas en quien es víctima de él, y en la Ciudad de México el equipo especial encargado de investigarlo es la Fuerza Antisecuestros de la Procuraduría General de Justicia (PGJ). Y hasta ahí llegó la familia de una persona plagiada para pedir ayuda, pues acababan de llamarle para exigir el pago de un rescate.
Esa es la historia que esta semana nos presenta nuestro compañero Carlos Jiménez en “Tras la pista”, contándonos cómo los agentes hicieron el análisis de las grabaciones para así descubrir el rumbo que habían tomado los plagiarios.
“Le hacen una petición de una cantidad fuerte de dinero… nos da la intervención para que empecemos a investigar, se da la instrucción a policía de investigación que empiecen a dar seguimiento por vía cámaras de la Secretaría de Seguridad Pública de los vehículos”, relata la Ministerio Público Erika Meléndez.
Sin arriesgar a la persona secuestrada, la cual fue liberada tras el pago de un rescate, los investigadores se dedicaron a analizar vínculos de llamadas. Revisaron una a una las horas y los números que se ligaban al teléfono del negociador.
“Se hizo un estudio de llamadas de negociación, de la zona donde ella estuvo en cautiverio, de la zona donde se realizaron las llamadas de negociación, así como del lugar de liberación”, recuerda una agente encubierta antisecuestros.
“La víctima nos ubica perfectamente bien tiempos, cuánto tiempo se hizo de que la sacan del inmueble donde la tenían asegurada a donde la liberan y nos da ciertos datos que ella pudo escuchar y entrever”, agrega la Ministerio Público Meléndez.
Un poste de luz dañado al que se le aprecian las varillas fue clave para los investigadores, ya que la víctima alcanzó a observarlo y pudo describirlo a los agentes que durante días se dedicaron a buscar postes similares, fotografiar casas y hacer el comparativo necesario.
“La víctima estuvo atada todo el tiempo de manos, el vendaje en sus ojos, afortunadamente ella, el vendaje se pudo mover”, explica la agente encubierta. Lo cual permitió que pudiera ver detalles del cuarto donde la mantuvieron cautiva.
Esa habitación de no más de dos metros, con un solo foco y una ventana, en donde pasó el tiempo encerrada y atada, mientras sus raptores negociaban con su vida. Sin embargo, una repisa de madera fue la clave fundamental para identificar el lugar del encierro.
Con la identificación de la repisa no hubo mayor duda. El inmueble fue asegurado y con la información que les dieron en el lugar, los agentes se dedicaron a ir tras la pista de los plagiarios, logrando detener hasta el momento a cuatro, entre ellos una mujer, los cuales están presos en penales capitalinos a la espera de ser sentenciados.
Contenido relacionado
Elementos de la PGJ CDMX detuvieron a un peligroso multiasesino #TrasLaPista