El canciller de Venezuela replicó las declaraciones de Mike Pompeo en la sesión de la Asamblea General de la OEA sobre un incremento en las presiones sobre el país “hasta el momento en que se retorne a la democracia”
Venezuela es centro de los debates de la asamblea anual de la Organización de Estados Americanos (OEA) que arrancó este lunes y en la cual Estados Unidos, que promueve desconocer la reelección de Nicolás Maduro, volvió a pedir la suspensión de Caracas del foro regional.
“Debemos tener un continente libre de dictaduras”, dijo el secretario general de la OEA, Luis Almagro, un duro crítico de Maduro, al inaugurar en Washington la 48ª asamblea anual de la organización.
Poco después, el pleno de Estados miembros aprobó tratar “la situación en Venezuela”, una decisión que fue objetada por el representante del gobierno venezolano.
Venezuela asume “bajo protesta” la inclusión de este punto en el temario, dijo el canciller Jorge Arreaza, señalando que fue adoptado “de manera espuria”en la comisión preparatoria de la asamblea.
El deterioro de la situación de derechos humanos y civiles en Venezuela ya fue protagonista de las discusiones de las dos últimas asambleas generales de la OEA -en Cancún el año pasado y en Santo Domingo en 2016- pero nunca como parte del temario oficial.
“La inclusión de este tema en la agenda de la asamblea permite a los Estados redoblar los esfuerzos para encontrar una solución pacífica a la crisis venezolana”, dijo la vicepresidente y canciller de Costa Rica, Epsy Campbell.
“El prestigio de esta organización está en juego en lo que podamos hacer”con relación a la “grave crisis económica, política y social que atraviesa Venezuela”, dijo de su lado el canciller de Argentina, Jorge Faurie.
Venezuela asiste a la cita a pesar de que anunció en abril de 2017 su retirada de la OEA, el principal foro político del continente. El proceso de salida tomará dos años, durante los cuales Caracas aún deberá cumplir sus obligaciones.
“Defenderemos a Venezuela en cualquier foro y hasta el último minuto”, dijo Arreaza, que acusa a la OEA de ser un “disfraz multilateral” y de interferencia en los asuntos internos de los estados.
Bolivia, tradicional aliado de Caracas, también recordó el derecho de los estados a organizarse soberanamente, sin influencias externas.
Estados Unidos y el Grupo de Lima, un bloque crítico con el gobierno de Maduro que está integrado por Canadá y trece países latinoamericanos, desconocieron el resultado de las elecciones del 20 de mayo, en las que Maduro ganó un segundo mandato hasta 2025, por considerar que no ofrecieron garantías para ser “justas y libres”.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, pidió la suspensión de Venezuela de la OEA y urgió a los estados miembros a seguir presionando “al régimen” de Maduro “hasta que emprenda las medidas necesarias para regresar a una democracia genuina”.
Además de Venezuela, Nicaragua está presente en los debates en la OEA por la ola de protestas contra el gobierno de Daniel Ortega, que desde que estalló el 18 de abril deja más de un centenar de muertos en medio de una feroz represión de la fuerza pública y grupos armados que la apoyan.
Un proyecto de declaración “de apoyo al pueblo de Nicaragua” ya fue presentado por la secretaría general, señalaron fuentes de la OEA. Tanto Campbell, como Faurie y Pompeo manifestaron su preocupación y urgieron a detener la violencia y los abusos contra los manifestantes.
Canciller @jaarreaza: Nosotros tomamos la decisión de retirarnos de la OEA porque la mayoría de los estados miembros violan su normativa. Es extraño que pretendan sacarnos del organismo cuando ya nosotros con bastante tiempo de antelación anunciamos nuestro retiro. pic.twitter.com/ulTsH8Tgpk
— Cancillería ?? (@CancilleriaVE) 4 de junio de 2018
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