El aporte de la leche materna es insustituible y presenta ventajas sobre la leche artificial porque contiene proteínas que protegen al bebe contra infecciones.
Este 19 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Donación de Leche Materna, el cual se festeja con el propósito de mejorar las condiciones de salud de los recién nacidos hospitalizados.
Esta fecha fue establecida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Red Iberoamericana de Bancos de Leche (RIBL) quienes han impulsado a diversas naciones a crear Bancos de Leche Humana como centros especializados para el procesamiento de este alimento, a fin de establecer una reserva para garantizar al recién nacido el derecho a una alimentación segura y oportuna, a la vez que promueve la lactancia.
En México, es el Instituto Nacional de Perinatología (INP), líder en Latinoamérica en investigación, educación, atención médica, salud reproductiva y perinatal, uno de las principales dependencias encargadas de velar y promover la donación de esta leche.
No obstante, aún existe mucho desconocimiento sobre la importancia de este alimento y el cuidado que se le da al mismo. Es por ello que aquí te compartimos cuál es la función de un banco de leche.
La leche materna es el alimento esencial para todos los recién nacidos, ya que proporciona los nutrientes que necesitan durante sus primeros seis meses de vida de manera exclusiva y, posteriormente, hasta dos años o más con alimentos complementarios, protegiéndolos de enfermedades infecciosas y crónicas. Entre sus múltiples beneficios se encuentra el mejoramiento del neurodesarrollo de los recién nacidos.
Sin embargo, hay situaciones en las que las madres no producen su propia leche o por distintas razones no pueden alimentar a sus bebés, para ello existen los bancos de leche humana, centros especializados dedicados a proteger y promover la lactancia, así como supervisar la extracción, recolección, almacenamiento, procesamiento y entrega de leche humana pasteurizada a quienes la necesiten.
Aunque esta iniciativa nace en 1909, en Viena, Italia, en la década de los 80 la epidemia del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) obligó a suspender las actividades de los bancos de leche de todo el mundo.
El Banco de Leche Humana del INP recibe y también recoge a domicilio la leche donada de forma altruista, la analiza y la pasteuriza para eliminar agentes patógenos y, finalmente, se congela para su conservación.
Una vez que se extrae la leche, esta debe ser congelada inmediatamente, de no hacerlo, esta empieza a perder sus propiedades. “Si dejamos la leche durante ocho horas sin refrigerar, se pierden los nutrimentos porque las bacterias proliferan y consumen la lactosa, generando una reacción química que descompone los ácidos grasos y las proteínas”, comparte la especialista en neonatología, doctora Silvia Romero Maldonado.
A nivel general, la leche homóloga refrigerada puede conservarse (a 4 grados Celsius) por 72 horas, esta leche solo es utilizada de la propia madre para su propio hijo, pero la leche de donación debe congelarse a (-20 grados Celsius), lo que permite conservar este alimento natural hasta por seis meses.
Una vez que llega la leche donada al Banco de Leche Humana, es analizada de manera visual para revisar que sus características físicas y envasado sean correctos, posteriormente se cuantifica la cantidad de leche que llega al banco y se guarda en el congelador hasta su pasteurización.
“Para ser pasteurizada, la leche debe descongelarse y nuevamente se revisan sus características físicas, se elimina la leche que se considere contaminada, es decir, que lleve suciedades como pelo, pestañas, etcétera, se reenvasa en frascos estériles, con la misma cantidad cada uno para que todos los frascos que entran a pasteurización tengan la misma cantidad de leche”, explica Silvia Romero.
Durante el reenvase de la leche, se toman cinco mililitros: dos para el crematocrito y tres para la acidez Dornic. Posterior a la pasteurización se analiza y se toma un cultivo, este último para garantizar la eliminación de las bacterias. Con técnicas estandarizadas se determina el tipo de bacterias que tiene.
¿Quiénes pueden donar y recibir leche humana?
Todas las madres lactantes que deseen donar leche deberán cumplir con ciertos requerimientos: estar clínicamente sanas, no ser portadoras del virus de inmunodeficiencia humana, hepatitis tipo B y C activas, sífilis, no haberse realizado tatuajes durante los últimos seis meses, no consumir alcohol ni drogas.
La leche donada, también conocida como heteróloga, se ofrece en función de cada bebé y de su situación, siendo los principales beneficiarios los niños prematuros, enfermos o recién nacidos que, por distintas razones, no pueden ser amamantados por su madre.
“Los hijos de madres con alguna patología como preeclampsia severa, hipertensión, choque séptico, corioamnionitis, cáncer, diabetes, por ejemplo, son alimentados con leche heteróloga. (Entre) 90 y 95 por ciento de los recién nacidos prematuros que están en terapia intensiva reciben leche pasteurizada”, agrega la especialista.
El aporte de la leche materna es insustituible y presenta ventajas sobre la leche artificial porque contiene proteínas que protegen al bebe contra infecciones.
Con la leche artificial “los niños tienen mayor riesgo de infectarse, de tener enterocolitis, displasia broncopulmonar, alergia a la proteína de la leche de vaca, infecciones recurrentes de oído (otitis), asma bronquial y tendencia a ser obesos. La proteína de la leche de la madre cambia conforme pasa el tiempo y la proteína de la fórmula es la misma. Se le explica a la madre los riesgos de darle fórmula o sucedánea de leche”, detalla Silvia Romero.
Con información de Conacyt
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