Personaje necesario para comprender el Surrealismo, genio de la pintura, artista constante
Salvador Felipe Jacinto Dalí i Domènech, conocido y recordado como Salvador Dalí, nació un 11 de mayo de 1904 a las 8:45 de la mañana en el pueblo de Figueres, Girona.
Llevó el nombre de un hermano que nació antes y falleció de una meningitis, muerte que causó miedo a la pérdida en sus padres, por lo que lo mimaron al grado de hacerlo un niño caprichoso, de un carácter exigente con sus padres y cruel para el resto de personas.
Dalí descubrió la pintura mientras pasaba una larga convalecencia pasada en El Molí de la Torre, una finca cerca de Figueres propiedad de la notable familia Pichot.
De forma autodidacta realizó sus primeros cuadros, de los cuales no existe registro gráfico y sólo permanece el rumor de haber sido impresionantes para los ojos que lograron verlos.
Con solo diez años pintó un autorretrato, tras lo que inició su primer curso de pintura. A los 16 años perdió a su madre a causa de un cáncer de mama, pérdida que le afectó fuertemente y probablemente marcaría el rumbo de su personalidad en el futuro.
En 1921, fue admitido en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando (Madrid), de la cual fue expulsado acusado de subversión anarquista; fue arrestado y pasó un corto período en la cárcel, en Girona (1923).
Fue readmitido y expulsado definitivamente en 1926 luego de que en un examen en el que le pidieron que hablase sobre Rafael, Dalí respondió al tribunal: “Me es imposible hablar de ese sujeto delante de los tres profesores, porque yo sé mucho más sobre Rafael que todos ustedes reunidos”.
Luego de conocer a Picasso, se unió al grupo surrealista en el barrio parisino de Montparnasse. A pesar de ser uno de los más famosos artistas surrealistas de todos los tiempos, fue expulsado de la sociedad oficial surrealista en 1934.
Artista que se relacionó con Sigmund Freud, Luis Buñuel y Federico García Lorca, a los que conoció en Madrid en 1923. Tuvo una amistad sumamente íntima con García Lorca y era descrito por quienes lo conocían como una persona demasiado tímida.
Adquirió las características del Surrealismo en 1930 y sus obras en este periodo se inspiran en las teorías de Freud.
Dalí y Gala, el legendario mito de la musa
Dalí conoció a Helena Diakonova, más conocida como Gala, en 1929, la vio por primera vez en la terraza del hotel Miramar, en Cadaqués, junto a su marido.
Se encontraron a la mañana siguiente, en la playa. Dalí decidió prepararse para el encuentro de una manera totalmente simbólica. Se arremangó la ropa para hacer resaltar el bronceado. Se puso al cuello un collar de perlas y en la oreja un geranio rojo. Se hirió al afeitarse la axila y se embadurnó el cuerpo con su propia sangre, a la que agregó una mixtura de cola de pescado, estiércol de cabra y aceite.
El matrimonio con Gala ofende a su familia, por ser madre y 10 años mayor que él, por lo que es desheredado, totalmente enamorados, se van a vivir juntos y desde ese momento, Gala se convertiría en amante, amiga, musa y modelo del pintor.
El éxito mundial
En 1932 Dalí presenta su obra La persistencia de la memoria, en la primera gran retrospectiva surrealista que se celebra en Nueva York: es el principio de su espectacular éxito.
Dalí fue el representante más reconocido del Surrealismo gracias a su obra repleta de imágenes oníricas, su huella en el mundo de la ilustración y del grabado se cuenta en esculturas y joyas.
Además incursionó en la creación escénica a través de la creación de ballets, escenografías y vestuario para óperas; hizo aportaciones en el mundo del diseño, de la publicidad y del cine.
El 1 de abril de 1970 anuncia la creación de un museo en Figueres, que abrió sus puertas cuatro años más tarde. En diciembre de 1979 una primera gran exposición antológica se inauguraba en el centro Georges Pompídou de París.
Falleció el 23 de enero de 1989, en el hospital de Figueres a los 84 años de edad a consecuencia de un paro cardiaco, después de haber sufrido una larga agonía. Su cadáver fue embalsamado y enterrado en una tumba bajo la cúpula geodésica que domina su museo.
Tres obras de Dalí
La persistencia de la Memoria (1931)
Cristo de San Juan de la Cruz (1951)
El gran masturbador (1929)
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