Lula salió rodeado por partidarios, entre ellos líderes de su Partido de los Trabajadores y empleados siderúrgicos, quienes se habían reunido afuera de la sede sindical situada en un suburbio industrial de Sao Paulo
El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva se entregó el sábado a la policía tras abandondar la sede de un sindicato de trabajadores metalúrgicos donde se había refugiado, en desafío del plazo emitido por una corte para ejecutar su arresto.
Lula salió rodeado por partidarios, entre ellos líderes de su Partido de los Trabajadores y empleados siderúrgicos, quienes se habían reunido afuera de la sede sindical situada en un suburbio industrial de Sao Paulo.
El popular exmandatario será llevado a una prisión en la ciudad sureña de Curitiba, donde empezará a cumplir una condena de 12 años por cargos de corrupción.
Hoy por la mañana, Lula da Silva afirmó que va a cumplir el mandato de prisión dictado en su contra para poder demostrar que es inocente, durante un discurso ante simpatizantes que le acompañan en el sindicato metalúrgico de Sao Bernardo do Campo.
El considerado líder más carismático de Brasil, que encabeza todos los sondeos de intención de voto para las elecciones presidenciales de octubre, aseguró que se presentará este mismo sábado ante el comisario para decir que está a disposición de la Justicia y que no planea esconderse ni huir.
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