Debido al éxito de la “pastillita azul”, el Viagra se ha convertido en el medicamento más falsificado de la historia
Hoy hace dos décadas que una pequeña pastilla azul con forma de rombo llegó al mercado en Estados Unidos, desencadenando toda una revolución en la cultura popular moderna.
El Viagra hizo posible que millones de hombres adultos con disfunsión eréctil pudieran tener una vida sexual activa.
Fue a inicios de los 90 que especialistas del Laboratorio Pfizer revolucionaron el mercado con el desarrollo del Viagra mientras realizaban pruebas para tratar la angina de pecho con el citrato de sildenafilo.
El 27 de marzo de 1998 es la fecha en que la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) aprobó al Viagra como la primera píldora que ayuda a los hombres a tener una erección. En tan solo dos semanas se rompieron récords de ventas, y al día de hoy se han despachado más de 65 millones de recetas.
A ello colaboraron las campañas publicitarias que llegaron a las televisiones de todo el mundo. Que hombres como el político norteamericano Bob Dole, candidato a la Casa Blanca en 1996, y sobre todo, “El Rey” Pelé vincularan su prestigio al del medicamento ayudó a que los efectos la Viagra se multiplicaran. También el auge de internet o el desarrollo del porno “on line” contribuyeron a la expansión de una pastilla que hizo aún más rico a Pzifer.
La empresa previó unos ingresos iniciales de 100 millones de dólares, pero pronto superó los 1.000 millones. En las dos primeras semanas se prescribieron en Estados Unidos 150.000 recetas a 15 dólares la pastilla (su precio llegó a estar en 50) y en septiembre de 1998 la píldora azul llegó a Europa, donde logró un éxito similar. Prueba de ello es que el Viagra se ha convertido en el medicamento más falsificado de la historia: las pastillas de contrabando se fabrican en Tailandia o la India y llegan a todo el mundo. De hecho, Pzifer advierte de que el 80% de las que se venden por internet son falsas y pueden contener pesticidas, yeso o tinta para impresora. En 2013, apareció el genérico del Viagra en Europa y en 2017, en Estados Unidos.
En estos 20 años, los investigadores han tratado de crear un Viagra femenino y en 2015, la FDA aprobó la flibanserina, comercializada en Estados Unidos con el nombre de Addyu. Pero su uso generó controversia porque pertenece a la familia de los antidepresivos, cuesta cientos de dólares y tiene efectos secundarios, como náuseas o pensamientos suicidas. En su lugar, funcionan mejor las hormonas o los tratamientos con láser. Pero también se han documentado temeridades de la Viagra, como su uso recreativo entre jóvenes.
Otros beneficios
El Viagra no sólo revolucionó el mercado de fármacos para la combatir la disfunción eréctil y problemas de impotencia masculina, sino que también, conforme el paso de los años y estudios, se han encontrado algunos otros beneficios para la salud.
Por ejemplo, el Viagra ha tenido un impacto similar al de los antibióticos en el tratamiento de infecciones o las estatinas en el de enfermedades cardíacas, de acuerdo con Louis Kavoussi, director del Servicio de Urología de Northwell Health Group.
Un estudio de la Universidad de Augusta reveló que una dosis pequeña de Viagra reduciría el riesgo de cáncer de colon o colorrectal, debido a que reduce hasta 50% la formación de pólipos.
En tanto, diversos estudios como el de la Universidad de Bonn, Alemania, revelan que el Viagra puede ser un buen aliado el tratar padecimientos como la obesidad, ya que ayuda a reducir la grasa de la cintura, así como contra la hipertensión pulmonar, cuya presión ayuda a disminuir.
Cabe destacar que estos, junto con algunos otros beneficios, continúan en estudios, por lo que actualmente no es un fármaco que se recete para dichos padecimientos. Además, deben ser los especialistas quienes determinen su uso y dosis adecuadas.
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