La menor fue violada y asesinada presuntamente por un hombre de 40 años que la interceptó mientras ella iba en bicicleta a comprar algunas cosas en un negocio cercano
Argentina amaneció este lunes entre la conmoción y la rabia tras conocerse el caso de Camila Borda, una niña de 11 años a la que hallaron muerta ayer en la provincia de Buenos Aires.
La menor fue violada y asesinada presuntamente por un hombre de 40 años que la interceptó mientras ella iba en bicicleta a comprar algunas cosas en un negocio cercano.
Dado que la niña no regresó, su madre fue a la comisaría primera de Junín para realizar la denuncia, por lo que inmediatamente la Policía montó un operativo en la zona para ubicarla y se entrevistó con el cuidador de una quinta situada en el barrio Ricardo Rojas, a 285 kilómetros al oeste de la ciudad de Buenos Aires.
Al principio, los policías notaron en el cuidador una actitud evasiva, luego se asomó y se mostró esquivo. Cuando los efectivos llegaron a la zona del baño, él quiso impedir que lo revisaran diciendo que había un caño roto y que estaba todo inundado. Los policías lo hicieron a un lado e ingresaron y allí encontraron a la niña fallecida adentro de la bañera.
La niña fue encontrada sin vida en una tina, atada, con la cabeza envuelta en una bolsa de plástico.
Era la bañera de la casa en la que estaba el presunto asesino cuando la Policía de la ciudad halló el cadáver, casi cuatro horas después de que su madre denunciara la desaparición.
Asimismo, se reveló que Carlos Varela, quien fue detenido, habría abusado sexualmente de ella y la habría asfixiado con un cable.
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