Influenciado por figuras como José Alfredo Jiménez y Chavela Vargas, Joaquín Sabina cumple 69 años de vida, con un lugar en la historia siendo parte de una de las grandes generaciones de la música española
Tan solo 69 años han pasado desde que naciera Joaquín Ramón Martínez Sabina en Andalucía, España, que bajo el nombre de Joaquín Sabina y gracias a sus letras descaradas y poéticas, se convirtiera en uno de los principales cantautores de España.
Desde temprana edad comenzó a escribir poemas y componer música con sus amigos, y con una prolífica carrera ha editado 17 discos y realizado un sinfín de colaboraciones, superando los 10 millones de copias vendidas con sus letras bañadas en bohemia, irreverencia y protesta social.
Exiliado en Londres en 1970 por sus actividades políticas mientras estudiaba Filología Románica en Granada, fue en el Reino Unido donde escribió sus primeras canciones y organizó un cineclub con las cintas de Luis Buñuel, prohibido en la España franquista en la que le tocó crecer.
Con una azarosa vida personal, en 1978 graba “Inventario”, su primer LP, seguido de “Malas compañías”, “La mandrágora”, “Malas compañías”, “Ruleta rusa”, “El hombre del traje gris” “Mentiras piadosas”, “19 días y 500 noches”, “Alivio de luto”, “Vinagre y rosas” y “Lo niego todo”.
Con el álbum “El hombre del traje gris” y “Mentiras piadosas”, Sabina realizó una gira por América Latina que consolidó su éxito internacional. Posteriormente, con “Física y Química” se posicionó aún más en México con el sencillo “Y nos dieron las diez”, que interpretó a dúo con Rocío Dúrcal.
En 2001, en medio de un ajetreado y desenfrenado tren de vida personal y profesional, quedando en el imaginario de varias generaciones que acompañaron su formación ideológica y desventuras amorosas con sus canciones, sufrió un leve infarto cerebral que marcó un antes y un después.
Aunque se recuperara físicamente unas cuantas semanas más tarde sin sufrir secuelas físicas, el incidente influyó en su forma de pensar, cayendo en una importante depresión que se dejó notar en una actividad musical menor, pero desahogándose en una prolífica faceta literaria como poeta.
Con una vocación de izquierda e influenciado por figuras como José Alfredo Jiménez y Chavela Vargas, es parte de una de las grandes generaciones de la música española junto con Ana Belén, Joan Manuel Serrat y Víctor Manuel.
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