Debido a que la influenza y el resfrío comparten muchos síntomas, puede ser difícil (o incluso imposible) establecer la diferencia entre ellos
Tanto la influenza como el resfrío común son enfermedades respiratorias, pero son provocadas por diferentes virus. Debido a que estos dos tipos de enfermedades tienen síntomas similares, puede ser difícil notar la diferencia entre ellos basándose en los síntomas por sí solos. En general, la influenza es peor que el resfriado común; y los síntomas son más comunes e intensos. Los resfríos suelen ser más leves que la influenza. Las personas resfriadas tienen mayores probabilidades de tener secreción o congestión nasal. Los resfríos, por lo general, no suelen provocar problemas graves de salud como neumonía, infecciones bacterianas u hospitalizaciones. La influenza puede tener gravísimas complicaciones asociadas.
¿Cómo notar la diferencia?
Debido a que la influenza y el resfrío comparten muchos síntomas, puede ser difícil (o incluso imposible) establecer la diferencia entre ellos, basándose en los síntomas por sí solos. Hay pruebas especiales, que normalmente deben hacerse dentro de los primeros días de la enfermedad, que pueden indicar si una persona tiene influenza.
¿Cuáles son los síntomas de uno y otro?
Los síntomas de influenza pueden incluir fiebre o sensación de estar afiebrado/con escalofríos, tos, dolor de garganta, goteo o secreción nasal, dolores musculares o corporales, dolores de cabeza y fatiga (cansancio). Los síntomas del resfriado son generalmente más suaves que los síntomas de la influenza. Las personas resfriadas tienen mayores probabilidades de tener secreción o congestión nasal. Por lo general, los resfriados no derivan en problemas graves de salud.
La vacuna contra la influenza
La vacunación tiene que ser universal para los mayores de 6 meses.
La campaña de vacunación debe ser permanente y aplicarse la vacuna mientras haya en existencia.
Generalmente, los meses ideales para aplicarse son entre septiembre y octubre, previos al periodo invernal, pero esto no quiere decir que no pueda ponerse a lo largo del año, pues las cepas del virus de la influenza indican que persiste a lo largo del año porque resisten al calor.
Mitos sobre la vacuna
Mucha gente no se aplica la vacuna porque asegura que al hacerlo, la enfermedad les da más fuerte, lo cual es falso. La vacuna da una respuesta inmunológica para disminuir el impacto de la enfermedad, pero la vacuna no es un blindaje contra todo. Si alguien se enferma después de vacunarse, los síntomas serán mucho menores y la enfermedad respiratoria más leve.
¿Cómo prevenir el contagio?
Para ambas enfermedades, gripe e influenza, hay medidas higiénicas que nos ayudarán a prevenir el contagio y la propagación.
- Alimentarse saludablemente
- Tomar mucho líquido, de preferencia agua
- Evitar los cambios bruscos de temperatura
- Al estornudar, taparse la nariz con el antebrazo
- Usar un tapabocas si se tiene malestar
- Cubrir nariz y boca si el clima es muy frío y húmedo
- No tocarse los ojos o la boca con las manos sucias
- No automedicarse y especialmente no tomar antibióticos o ácido acetilsalicílico si no se sabe qué se tiene
- Lavarse las manos con agua y jabón con frecuencia. No sustituir por el gel antibacterial
- Mantener limpios los objetos de uso común (teléfonos, tabletas, interruptores de electricidad, teclados de computadora, manijas)
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