Los investigadores del caso anunciaron que de ser encontrados culpables, los acusados enfrentarían desde 94 años de cárcel hasta cadena perpetua como castigo a lo que describieron como una “conducta depravada”
La Fiscalía del condado de Riverside presentó numerosos cargos este jueves en contra de David y Louise Turpin, los padres acusados de mantener a sus 13 hijos cautivos y hasta encadenados dentro de una casa en Riverside, California. La pareja enfrenta los siguientes cargos criminales: 12 por tortura, uno por actos lascivos contra un menor (este solo fue imputado al padre por tocar indebidamente a una de las víctimas tras intimidarla), siete por abuso de un adulto dependiente, seis por abuso infantil y negligencia con menores y 12 por detención ilegal.
Los investigadores del caso anunciaron que de ser encontrados culpables, los acusados enfrentarían desde 94 años de cárcel hasta cadena perpetua como castigo a lo que describieron como una “conducta depravada”.
Los Turpin se presentarán en la corte esta tarde para que les lean sus cargos. Sobre la posibilidad de fianza, la Fiscalía pedirá que se imponga una de 13 millones de dólares para cada uno.
Los crímenes contra sus propios hijos fueron cometidos desde 2010 hasta el presente, según los detalles revelados en la rueda de prensa de este jueves. Los abusos empezaron desde que la familia vivía en el área de Fort Worth en Texas, estado en el que vivieron durante 17 años.
En el 2010 se mudaron a Murrieta, California, y en 2014 compraron su actual residencia, la casa en Perris, en el condado de Riverside, donde fueron encontrados este fin de semana.
De acuerdo al fiscal, lo que comenzó como un acto de negligencia fue de mal en peor y terminó como abuso. Las víctimas reportaron que como castigo, hace muchos años, empezaron a amarrarlos primero con cuerdas, pero cuando uno de ellos escapó, comenzaron a usar cadenas con candadospara retenerlos en sus camas.
La evidencia demuestra que tres víctimas estaban encadenadas al momento en que la Policía golpeó a la puerta de la casa. Los acusados pudieron desencadenar a dos de sus hijos antes de que las autoridades entraran: uno de 11 y otro de 14 años. Los investigadores también aseguran que las “evidencias circunstanciales” que encontraron en la casa indican que no los dejaban ni ir al baño.
Los castigos que estos padres daban a sus hijos incluían “golpes frecuentemente” y hasta “estrangulamiento”, según los nuevos detalles que se conocen de la llamada “casa del horror”. Uno de los motivos por los que los castigaban era si los encontraban lavándose las manos más allá de la muñeca, los acusaban de estar “jugando con el agua” y los encadenaban.
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