Que no te engañen, si bien la perseverancia y la disciplina logran que alcances todas tus metas, hay otros secretos que te ayudarán a cumplirlas facilmente.
Casi siempre, durante la cena de fin de año, nos llenamos de buenos propósitos y deseos que nos gustaría alcanzar durante el año venidero. Sin embargo, la mayoría de nuestras buenas intenciones son planificadas diez segundos antes que comiencen las campanadas de media noche y son olvidadas tan pronto logramos digerir la última uva.
De esta forma, bajar de peso, viajar, comprar un auto o una casa, terminar cierto grado de estudios, hacer ejercicio o pagar todas nuestras deudas se convierten en lastres que arrastramos durante 12 meses más.
¿Será que hay algún truco o secreto que nos permita cumplir con alguna de nuestras metras? ¡La respuesta es SÍ!
El primer gran truco es la perseverancia, pues para tener resultados en cualquier área es necesario ser constante y esforzarte todos los días hasta llegar al objetivo. Lo segundo es disciplina, ese esfuerzo que a veces parece sobre humano, es el trampolín más efectivo para conseguir lo que te propones.
Pero si eres una de esas personas que no poseen mucho estas cualidades, te compartimos una herramienta cien por ciento efectiva para cumplir con todas tus metas a corto, mediano y largo plazo.
Este es el secreto que el fundador y padre de las cadenas de producción de autos en masa, Henry Ford, utilizó y resumió en su frase: “Nada es particularmente difícil si lo divides en pequeños trabajos”.
A través de una visión organizada y planificada, Ford revolucionó el transporte y la industria en Estados Unidos, y lo mismo puedes hacer tú.
Todos alguna vez nos hemos planteado sueños, propósitos o expectativas, altas o pequeñas, esto nos permite planificar el cómo deseamos llevar nuestra vida. Algunos logros pueden tardar toda una vida, mientras que otros pueden completarse en el transcurso de un día o unos meses; en ambos casos, la sensación de logro y valor propio fortalece nuestra autoestima y nos impulsa a buscar nuevos horizontes cada día más grandes.
Así que si estás pensando fijarte propósitos de año nuevo, sigue estos sencillos pasos:
- Determina cuáles son tus prioridades en tu vida. Responder a las preguntas qué quiero, cuándo lo quiero y por qué lo quiero te ayudará a establecer si lo que buscas alcanzar es una meta a largo, mediado o corto plazo. Inicia siempre de lo grande a lo pequeño, es decir, establece primero las metas a largo plazo y de ahí subdivídelas para que se conviertan en retos más pequeños que puedas alcanzar en poco tiempo y te mantengan motivado.
- Escribe tus metas para referencias futuras. Al hacerlo y leerlo todos los días, focalizarás a tu cerebro a recordar exactamente qué es lo que quiere lograr, cómo lo va a lograr, cuándo lo va a hacer, durante cuánto tiempo y por qué lo está haciendo, de esta forma tu objetivo será algo específico y palpable.
- Elige un periodo de tiempo en el que quieras lograr la meta. Para que sean realistas y alcanzables asegúrate que tus metas sean apropiadas respecto a tu entorno, reconoce cuando lo que deseas es improbable que lo alcances respecto a tus habilidades, recursos, tiempo y conocimiento. Tus objetivos deben ser alcanzables pero no sencillos al punto de que no representen un desafío.
- Mantén un registro de tu progreso. El registro cuantificable es una forma grandiosa de mantener observar tu progreso tanto personal, además analizarás las áreas de oportunidad para mejorar y corregir los errores que se te presenten.
- Adapta tus metas de forma periódica. Recuerda que los objetivos a corto plazo son medidas para alcanzar una meta mayor, por ello es importante que constantemente reevalúes los planes pequeños para ver si los estás alcanzando en el periodo especificado. Pregúntate, ¿estoy realizándolas de acuerdo al lapso fijado? ¿Aún son necesarias para poder alcanzar la meta a largo plazo? Puedes ser flexible y adaptar tus metas.
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