Theresa May se reúne este lunes con los líderes de los partidos políticos nacionales para establecer reglas que permitan luchar contra el acoso sexual tras una serie de escándalos que alcanzan a su gabinete
El escándalo que rodea a la clase política británica se profundizó el domingo con más denuncias de acoso sexual, abuso de poder y otros actos indebidos, entre ellas nuevas acusaciones que involucran a un aliado clave de la primera ministra Theresa May.
A raíz del caso Harvey Weinstein, el productor de cine estadounidense acusado de haber acosado o abusado de decenas de mujeres, Reino Unido descubre cada día nuevas denuncias contra responsables políticos denunciados por hechos similares.
Damian Green, primer secretario de Estado y mano derecha de May, negó un informe del diario Sunday Times que indicaba que la policía encontró pornografía “extrema” en su computadora durante una investigación hace nueve años.
Green ya era investigado por conducta inapropiada contra una activista del Partido Conservador. El domingo, el funcionario dijo que la historia del Sunday Times era “completamente falsa” y que provenía de una fuente policial corrupta y poco confiable.
“Las acusaciones sobre el material y la computadora, de hace nueve años, son falsas y provienen de un funcionario de policía desacreditado que actúa en flagrante violación de su deber de mantener confidenciales los detalles de las investigaciones policiales”, dijo Green.
Ante esto, la primera ministra británica se reúne este lunes con los líderes de los partidos políticos nacionales para establecer reglas que permitan luchar contra el acoso sexual. “Debemos crear una nueva cultura del respeto en el centro de nuestra vida pública”, prosiguió durante un discurso que dio en una conferencia de la principal organización patronal británica, la CBI “, declaró May, que también es la líder de los conservadores.
En Gran Bretaña, un número cada vez mayor de legisladores enfrentan acusaciones similares, lo mismo que políticos en Escocia y Gales.
Carl Sargeant, secretario galés de comunidades y niñez, renunció el viernes después de que surgieron acusaciones de conducta inapropiada. El exfuncionario pidió una investigación independiente para limpiar su nombre.
En Escocia, el ministro de cuidado infantil Mark McDonald renunció debido a acciones pasadas. Se disculpó y dijo que comportamiento que él pensó que podía ser “gracioso” o “amistoso” incomodó a la gente.
La secretaria británica del Interior Amber Rudd dijo que Gran Bretaña está teniendo un momento “decisivo”. Agregó que la ola de acusaciones provocará una “limpieza” en el gobierno que dejará a sus instituciones en mejor forma.
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